capítulo treinta y ocho

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La ceremonia fue perfecta, quizás hubo miradas llenas de envidia y resentimiento, pero ellos no lo sintieron, ellos tan solo pudieron disfrutar tenerse el uno al otro entre sus brazos. Viéndose todo el tiempo a los ojos mientras en sus rostros adornaba una gran sonrisa sincera, demostrando lo felices que estaban en cada paso que daban.

Después de eso, la gente siguió con el baile, disfrutando y hablando entre ella, mientras que Jungkook y Taehyung paseaban por el palacio, hablando con quienes se acercaban a ellos, disfrutando lo más posible la velada. Incluso si ya estaba cansados, sus corazones estaban completamente despierto ante todo lo que pasaba a su alrededor.

Todo era maravilloso.

Incluso cuando todo termino y la gente comenzó a irse, las sonrisas jamás abandonaron los rostros de los protagonistas de esa noche. Una vez el palacio quedo vacío, Taehyung guio a sus padres hacia su habitación, permitiéndoles descansar cómodamente, mientras Jungkook hacia lo mismo con su familia. Los dormitorios estaban en cada esquina del palacio, dándoles privacidad ante cualquier cosa.

Los trabajadores llegaron a su jornada nocturna únicamente la limpiar y ordenar todo lo que conllevo la velada. Ya era muy de noche, sus familias fueron de forma directamente a sus habitaciones y después directamente a la cama, permitiéndose descansar después de una gran y agotadora velada.

Ahora Taehyung se encontraba yendo hacia su habitación, después de una larga velada su cuerpo estaba lleno de felicidad y euforia, pero de igual manera se sentía algo cansado, por lo que a penas llego a la habitación, lo primero que hizo fue quitar sus zapatos, para luego ir hacia su tocador y quitar sus joyas y adornos.

Pero su concentración fue interrumpida al ver a Jungkook acercarse a través del espejo.

— Kook... creí que ya te habías ido a la cama.

Jungkook no dijo una palabra, tan solo siguió acercándose hasta quedar justo detrás de su chico, quien los seguia observando. Con cautela, Jungkook tomo su rostro, haciendo que Taehyung se observara a si mismo en el espejo.

— eres tan hermoso... —la voz de Jungkook era baja y grave. Taehyung trago saliva— ¿lo sabes, ¿verdad?

La voz de Jungkook era tan baja, a pesar de saber que nadie más lo escucharía, hablaba en el odio de Taehyung, como si fueran palabras que solo él debía escuchar. Y su mano nunca abandono la mandíbula contraria, obligándole a ver hacia el espejo.

Taehyung jadeo de forma ahogada y sorprendida en cuanto sintió los dedos de Jungkook recorriendo su columna expuesta de arriba abajo, con la punta de sus dedos, acariciando con cuidado y concentración. Taehyung pudo ver a través del espejo como el contrario detallaba la forma y piel de su espalda.

— este traje te hace ver aún más deslumbrante de lo que ya eres, dime ¿te sentiste cómodo usándolo...? ¿Qué se sintió... saber que muchos ojos insanos pudieron ver tu piel?

El menor sabía que no le estaba reclamando nada, que solo estaba señalando algo que le causo celos de alguna forma, pero al mismo tiempo que lo mantuvo concentrado en él. Jungkook jamás le juzgaría o le prohibiría vestirse de cierta forma, al contrario, y como debería ser, Jungkook lo presumía de forma orgullosa, demostrando que tenía al chico más hermoso y maravilloso a su lado. Taehyung sabía que Jungkook disfrutaba ver y saber cómo los demás lo apreciaban desde lejos, sabiendo que jamás podrían tocarlo.

Jungkook buscaba algo más, el menor lo sabía y mencionar sus fuertes emociones ante su vestimenta reveladora solo lo hacía más intenso. Asique sonrió, queriendo ser un poco provocativo.

— ¿tú crees...? —susurro— a mí me gusta mucho... siento que abrazaba completamente mi cuerpo, pero es verdad, sentí algo de frio en toda mi espalda, creo que estaba algo descubierta...

Trato -kooktae-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora