Sinopsis
Gulf, consciente del dilema de Mew, se encuentra atrapado entre el deseo de vivir su amor abiertamente y el dolor de saber que Mew nunca podrá pertenecerle por completo. Cada encuentro de amor y pasión,cada mirada compartida en secreto, se...
--Desde la mañana, no podía sacarme el mensaje de Tul de la cabeza. Aunque no tenía ningún contexto claro, la forma en que le escribió a Mew era más que suficiente para ponerme incómodo. Me repetía que podía estar exagerando, que Mew no era el tipo de persona que me ocultaría algo importante. Aun así, la espinita no se iba. Cada vez que veía su teléfono o pensaba en lo que le habría respondido a Tul, el estómago se me retorcía.
--Win se dio cuenta enseguida de que algo estaba mal. Estábamos en el estudio trabajando en una de las canciones cuando notó que me distraía constantemente.
Win: -Ey, ¿dónde está tu cabeza hoy, Gulf? -me dijo mientras golpeaba suavemente la mesa frente a mí con un bolígrafo.
Gulf: -Perdón, estoy un poco cansado. No he dormido muy bien -mentí, aunque la verdad era otra.
Win: -¿Cansado? Más bien pareces alguien que tiene algo dándole vueltas en la cabeza -me observó con sospecha, inclinándose un poco hacia mí-. A ver, ¿pasó algo con Mew?
--El simple hecho de que mencionara su nombre me hizo tensarme. Negué con la cabeza de inmediato, pero mi reacción fue demasiado rápida y notoria.
Win: -¡Lo sabía! -exclamó con una sonrisa triunfal-. ¿Qué te hizo?
Gulf: -No me hizo nada. Todo está bien.
Win: -Si todo estuviera bien, no estarías aquí con cara de perro regañado. Anda, suéltalo. Sabes que puedes confiar en mí.
--Suspiré, pero no dije nada más. ¿Cómo explicarle algo que ni siquiera yo entendía del todo? ¿Qué podría decirle? ¿Que me sentía inseguro por un mensaje de alguien que Mew probablemente no consideraba importante? Win me miró con una mezcla de curiosidad y preocupación, pero al final decidió no insistir más.
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--Más tarde, cuando ya estaba en mi departamento, no podía dejar de pensar en Mew. No había respondido sus mensajes en todo el día. No quería ignorarlo, pero sentía que si hablaba con él, terminaría diciendo algo de lo que luego me arrepentiría.
--Fue entonces cuando escuché el timbre. Al abrir la puerta, ahí estaba Mew, con una expresión entre preocupada y aliviada.
Mew: -¿Por qué no me respondiste? -me preguntó mientras entraba, sin siquiera esperar mi permiso.
Gulf: -Estaba ocupado -respondí con frialdad, cruzándome de brazos.
--Mew frunció el ceño y se giró para mirarme.
Mew: -Gulf, desde ayer estás raro. ¿Qué te pasa? ¿Hice algo mal?
--El tono de su voz me golpeó en el pecho. Siempre había sido así, directo y honesto conmigo. Parte de mí quería decirle la verdad, que había visto los mensajes y que me sentía inseguro. Pero otra parte me decía que no quería parecer un novio celoso y controlador.
