Capítulo 47 - Una nueva mañana Parte 2

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⭕ Advertencia: El siguiente capítulo tiene contenido relacionado con violencia psicológica y física, lo cual puede resultar sensible para algunos lectores. Se recomienda discreción.

Si estás pasando por una situación similar, acude a un amigo, familiar o figura de autoridad.

No estás solo ❤️

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31 de mayo de 2024. Montecarlo, Mónaco.

Emma

Inhala y exhala.

No pasa nada, no va a pasar nada, él va a entenderlo.

Inhala y exhala.

Es Will, él no se molesta con nada... bueno, sí se enoja por muchas cosas, pero esto no va a ser una de ellas.

Coloqué mis manos sobre mis piernas y tomé la tela de mi pantalón, haciéndola puño.

Inhala y exhala.

Todo va a estar bien.

—Emma, Will ya está aquí.

Inhala y exhala.

Abrí los ojos y suspiré.

Hagamos esto de una vez.

Me levanté de la cama y abrí la puerta del cuarto de Charles, topándome de frente con él mismo.

—Está en la sala, le dije que estabas en el baño — susurró.

—Gracias — tomé un poco de aire, tratando de encontrar el valor para continuar —. ¿Puedes vigilar a los niños? Siguen dormidos en la cama. Ellos siempre se enloquecen cuando ven a Will, pero no quiero que lo vean hasta que yo haya hablado con el primero.

—Claro, no te preocupes por ello, yo los vigilo. Ustedes hablen tranquilamente.

Asentí ligeramente y caminé a paso tranquilo por el pasillo que llevaba a la zona común del departamento.

Tomé las mangas de la chamarra que tenía puesta y las estiré, tratando de esconderme bajo ellas, pero era inútil, no había forma alguna de que pudiera salir de aquí sin hablar con él.

William era comprensivo, amable y atento, pero al mismo tiempo era sobreprotector, y no lo era solo conmigo, también lo había sido con Max en más de una ocasión. Él, al igual que yo, sabía sobre los abusos familiares que el rubio había vivido durante su infancia, razón por la que siempre le había tenido un recelo y rencor al expiloto de Formula 1.

Sin embargo, en ese entonces era solo un niño, y había respetado la decisión de Max de no hablar sobre el tema a lo largo de los años, pero ahora todo era diferente. Ya no era un niño, era un hombre, y ya no se trataba de Max, se trataba de mí, y eso, lo cambiaba todo.

Nunca le había tenido miedo a algo relacionado con el comportamiento de mi hermano, hasta ahora.

El pasillo finalmente terminó, y ante mis ojos, la figura de mi hermano mayor se hizo presente.

Estaba parado junto a las puertas de la terraza, observando la vista con detenimiento. Tenía puesto un pantalón de descanso negro y su vieja sudadera de Mercedes, la cual, estaba a un paso de la tumba.

Se veía cansado, cansado y desgastado.

¿Qué tanto había pasado por su cabeza como para venir corriendo a Mónaco solo porque no le había contestado un par de mensajes?, ¿O acaso fue su instinto de hermano mayor el que le hizo saber que algo no andaba bien?

Dear Max ~ Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora