ISABELLA POV's
- Esto es inaudito, en serio, ¿Por qué siempre se van y no me llevan? ¿Por qué? Ya salí a vacaciones, por dos meses y lo único que quiero hacer es pasar tiempo con mi familia, ya veo que ustedes no. Pero bueno eso les quedara en la conciencia- dije mientras salía de la habitación de mamá.
Debería estar acostumbrada siempre lo hacen, siempre me dejan y yo de tonta les sigo creyendo las promesas de pasar unas vacaciones como una familia feliz y unida, soy una boba. - pensé para mis adentros.
- Isabella, baja. Tenemos que decirte una cosa. –mi madre me llama desde el piso de abajo.
Baje por las escaleras de caracol que habían, con una cara, que estaba que mataba y comía del muerto.
- ¿Qué quieren? -dije mirando mi celular.
- Pasa,- dijo mi papá- que vas a ir donde Paula, tu amiga, a pasar las vacaciones ahí. –él me sonríe ampliamente. -Estos dos meses tenemos negocios que atender y te quedaras allá para que no estés sola.
- Pero yo no me siento sola, incluso me gusta estar sola. –dije encarándolos a los dos, ya me he acostumbrado por culpa de mis progenitores.
- No lo creo Bella, ¿se te olvida la última vez que te dejamos sola? –mi madre se acerca y se cruza de brazos.
Sonreí al recordarlo. Lo que pasó fue que mis padres se fueron de viaje, por dos semanas, como de costumbre pero se adelantaron un día y me encontraron en que había hecho una fiesta, no me gusta estar rodeada tanto de personas pero solo lo hice por venganza a mis padres, por haberme abandonado. El caso es que, la casa casi la destruyen. Tuve que quedarme sin dinero por un mes y salir solo de la universidad para la casa y de la casa para la universidad por culpa de los castigos de mi madre.
- Está bien. –suspire resignada. -Por lo menos allá van a estar los padres de Paula y no me van a abandonar como otros- les dije entre dientes- Iré a arreglar las maletas. Doy la vuelta y mi madre habla.
- Ya están listas- dijo sonriendo. –preparamos todo para que tengas un buen viaje.
- Por lo visto quieren que me vaya rápido-dije mirando las maletas.
- El taxi te espera en la calle- dijo papá ayudándome con las maletas.
- ¿y mi cargador de mi celular? –protesto al verlas maletas y las fachas con las que me quieren sacar de mi casa.
- En el bolso, tranquila, tienes todo, no se me olvido nada- dijo mamá con orgullo, no me extraña al ser una persona muy meticulosa.
Salí de la sala, y veo como mi padre mete las maletas en el taxi, por cierto eran dos, grandes y azul neón. Me subí al taxi y baje el vidrio, espero que por lo menos se despidan de mí.
- Aunque lo dudes, te queremos. -dijo mi padre abrazando a mi madre. Leyeron mis pensamientos.
- Lo mismo- dije con una sonrisa fingida y por lo visto mis padres se dieron cuenta- arranque señor. –di la orden.
En el taxi solo pensaba en que iba a hacer cuando estuviera con Paula, la conozco desde los 10 años, tal vez compraríamos algo, saldríamos, o no sé, haríamos algo. Trate de quedarme lo más cómoda posible en el asiento, sintiendo el viento en mi cara, eso me gusta, es como si por un momento me sintiera libre; pero se me acaba pronto, porque llegamos al aeropuerto. Baje, el taxista me bajo las maletas y ahora a ver los vuelos.
Entre, no había tantos pasajeros, camino a paso firme hasta llegar donde había una mujer de rasgos hindú, incluso tenía ese punto en la frente.
- Buenos días, ¿en qué le puedo ayudar? –me sonríe.
- Vengo a comprar un boleto de vuelo para la ciudad de Londres. –saco mi cartera preparando la tarjeta de crédito.
- Nombre por favor. –ella teclea frente a la pantalla del monitor.
- Isabella O'connell.
- Señorita O'connell, usted ya tiene reservado su boleto. –me mira sonrientemente.
-Por lo visto si querían que me fuera- dije entre dientes.
- ¿Disculpe?
- No, nada, muchas gracias. –le devuelvo la sonrisa y estiro mi mano esperando el boleto.
Llevo las maletas a seguridad, las revisan y se las llevan juntos con el equipaje de las demás personas. Me requisan comprobando que no llevo nada sospechoso y sigo mi camino a la sala de espera, al pasar por una cafetería compro un batido de mora con un par de Donas. Sigo mi camino con mi bolso de mano y mi amada comida, al llegar a la sala de espera me encuentro con un par de personas y un hombre durmiendo en unas sillas, a alguien se le retraso el vuelo.
Saco mi celular para postear mi camina junto con la ubicación, hay que sacarle algo bueno a este viaje. Al portear mi foto mi celular se apaga como por arte de magia, mi mala suerte desde tiempos inmemorables.
Estaba tan medita en mis pensamientos y en mi comida que no sentí que alguien estaba al frente mío, levante la cabeza me encontré a una mujer blanca, estaba con un vestido a la mitad de los muslos y era de un maldito rosa, tenía un bolso rosa y cabello castaño largo y liso con una sonrisa en los labios. Que maldita costumbre de tener todo rosa.
- Por lo visto también te abandonaron. - dijo ella.
- Tienes razón, pero ¿dijiste "también"? –ella levanta una ceja y asiente.
- Por supuesto querida, todos se pusieron de acuerdo. –alisa su vestido. –te incomoda si me siento. –acto seguido se sienta.
- ¿Para dónde vas Lizeth? –la cereza que le faltaba al pastel, la intento de Legalmente rubia es una de mis mejores amigas.
- A la casa de Paula... –cruza sus piernas como señorita bien educada.
Pero no pudo terminar porque otra mujer, un poco morena, delgada y con cabello de un castaño más claro y los ojos igual se acercó, también iba de un vestido corto, por los muslos y de color morado. Me sigue persiguiendo la desgracia.
- Bienvenida al grupo de las abandonadas, Sarah. - dije alzando los brazos y sacudiéndolos dando un ambiente dramático.
- Pero me alegra tenerlas a ustedes también, abandonadas.- dijo y nos abrazó a cada una.
En ese momento, por la alta voz sonó una voz de mujer que decía que el vuelo para Londres ya estaba para abordar, caminamos y entregamos los boletos. Una azafata nos guía nuestros asientos y como los sospeche era en primera clases, no sé por qué no me gusta la primera clase, la necesidad de mal gastar dinero sabiendo que no me importa viajar en clase turista. Me acomode, será un largo viaje.
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Escapando de él
Novela JuvenilSalir a vacaciones de la universidad, algo que todos disfrutamos y como siempre me he considerado "Familiar" quiero pasarlo con mis padres pero como para ellos siempre es primero los negocios me dejan abandonada, y no exagero. Irme donde una de mis...