|Capítulo 27|

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PAULA POV's

Después de tratar de contactar a Chad y nuevamente insistir con Isabella no se sabe nada. Francamente me estoy hartando de esto, buscarla como sí no tuviera problemas suficientes.

La entiendo en cierto modo, tener pánico, huir, pero siempre ha sido alguien inteligente y fuerte pero con esto demostró lo contrario. Creo que lo mejor será que ella misma recapacite sobre esto.

Nicholas se ha ido, debo decir que antes era muy unido con él y mi hermano pero las cosas cambian y ellos se fueron alejando; desde que puso un pie en Londres se fue a su casa, esa casa que no pisa desde que sus padres se fueron de este mundo. Hoy es el cumpleaños de Isabella, todas habíamos comprado regalos para ella pero pasó esto.
Nicholas está herido por esto, no lo había visto tan herido desde que su madre murió y eso que se lo guardo cuando estuvo sólo porque cuando papá y mi hermano lo fueron a buscar encontraron media casa en ruinas, fue la única forma de desahogarse.

Aunque todos están de unos ánimos opacados estamos en familia, cenando para ser precisos. Peeta con sus ladridos anuncia que alguien llega y se para en la puerta y alza sus dos patas delanteras y eso sólo es señal de sólo una cosa: Nicholas llegó. Él fue el encargado de entrenarlo y ese truco sólo funciona con él.
Abre con una llave, debo suponer y se siente al lado de Douglas que está al frente de mi.

Luce una camisa gris y una chaqueta negra, la de siempre. Su barba sigue igual y su cabello también. Tiene aspecto de no haber dormido mucho pero por lo menos parece que se baño. Nos mira serio y no dice nada. Sandra se para y sirve un plato más.

Mi celular suena, mamá me mira y alza una ceja. Odia que los celular suenen cuando estamos en la mesa. Mira la pantalla y como su fuera una iluminación aparece el nombre Chad en la pantalla. Contesto sin titubear.

- ¿Hola? -digo y todos me miran.

- Por lo que más quieras no digas que soy yo. -es Isabella.

- ¡Hey Guille! -exclamo y salgo de ahí.

Siento la mirada asesina de Douglas y la fría de Nicholas.

Me alejo lo suficiente y voy a la cocina.

- ¿Por qué putas no contestas ese teléfono? Juro que cuando te encuentre te voy a golpear tan fuerte que ese tinte barato se saldrá de tú cabeza. -expreso con irá.

- Quiero ver eso. Aunque lo admito, no contestare ese celular, cambie de número.

- ¡¿Cambiaste de número?! -grito y me tapó la boca. -perdón, fue un impulso.

- Eso no importa, quiero que ustedes se vengan donde estoy, hay que celebrar algo.

- No creo que podamos, tú muy bien sabes que sospecharan de nosotras si nos vamos. -digo tocando el borde de la mesa de la cocina.

- Inventense algo, son muy buenas en eso.

- Bueno... Y suponiendo que sí, ¿dónde nos veríamos? -pregunto.

- No se los digas a nadie porque sí le dices a alguien y más a ya-sabes-quién te arrancare todas las uñas, una por una. -dice y ríe.

- Quiero ver eso querida. -digo también riéndome.

- Dubai, hotel Burj Al Arab.

- Dubai, ¿En serio? ¿De donde sacaste dinero? ¿Acaso robaste un banco? -digo ahogando una risa.

- Sí fuera a robar un banco lo haría con ustedes y una última cosa, suerte con la fuga. -cuelga.

No sé que haré, más bien, no sé haremos.

Escapando de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora