|Capítulo 20|

2.6K 189 1
                                    


ISABELLA POV's

Otra vez en la hacienda, ojalá no nos levanten ya que no he podido dormir bien hasta ahora, son las 8 de la mañana y no han venido, tal vez han tenido compasión de mi, sinceramente no me quiero levantar cuando alguien toca la puerta. Salgo de la cama casi que tropezando, ya que no tengo los lentes y tengo sueño.

- Hola Isabella, ¿como amaneciste? Nicholas me contó lo que pasó. -dice ella.

- Hola, sí... Podría ser más especifica. -Le digo ladeando la cabeza.

- Que te enfermas y que Nicholas te cuido. -dice con cariño.

- Ah... Eso... Sí, ya bien, muy bien.

Así que él les dijo que fui yo quién se enfermo, ¿qué tramara?

- Bueno, no te preocupes por las labores, no hay necesidad que lo hagas hoy o incluso mañana, eso puede esperar. Que tengas lindo día. -Sandra da la vuelta y vuelvo a la cama.

Esto me sueña raro, pero por lo menos no me toca trabajar hoy. Me tiro a la cama otra vez y después despierto, miro el reloj y son las 11:11, sonrió al ver la hora y me paro de la cama, me baño porque debo decir que no huelo nada bien, cuando por fin estoy lista bajo y encuentro a todos en la sala tirados en el suelo.

- ¿Les pasó una grúa por encima? -pregunto y la única que alza la cabeza es lizeth.

- Están dormidos, estamos muy cansados y por lo visto la única que tiene corona eres tú, ¿por qué no fuiste a los campos hoy? -dice sentándose en el mueble.

- Pues... Sandra me dejó el día libre hoy, que les parece sí le preparó el almuerzo.

Cambie rápidamente de tema, no podía decir que era por la mentira de Nicholas. Me fui a la cocina y manos a la obra, me gusta la cocina, tengo un don según Sarah, porque todo lo que tocó sabe delicioso según ella. Por eso decidí estudiar esto: Gastronomía internacional.
Miro la nevera y parece que la hubieran arrasado un huracán, no hay más que agua, espinacas, cebolla y unas presas de pollo, están crudas porque sino ya no estuvieran aquí. Creo saber exactamente quienes fueron los responsables de esto. Sólo una palabra: Hombres.
Comen como sí no hubiera un mañana y dejamos todo así.

Sigo con lo mío y preparó todo, sólo queda decir que hago un simple pollo al horno, bueno no tan simple ya que tiene su ciencia hacer eso. Sirvo todo y parece que el olor los atrae porque llegan todos y sin preguntar empiezan a devorar el pollo, todos incluso las que pensé que eran mis amigas porque ahora parecían unas mendigas que no comen en años, llevó una jarra con limonada a la mesa y para mi sorpresa no quedan ni los huesos del pollo.

- ¿Se comieron todo el pollo? -pregunto mirando los platos.

- Entonces para que era. -Me dice Robert.

No digo nada y subo a mi habitación, no me guardaron nada y para ser sincera no quiero comer espinacas y cebolla. Tocan la puerta y es Caro.

- ¿Qué pasó allá abajo? -pregunta entrando en la habitación.

- Sinceramente no he desayunado y les preparó el pollo y ni siquiera me guardan, muero de hambre idiotas. - me tiro sobre la cama y agarro una almohada.

- Quédate aquí, voy a ver que encuentro. -sale sin esperar nada, y no me deja decirle que no hay nada en la cocina.

Estoy unos minutos en la habitación y después recuerdo que Sandra y Christopher salieron lo cual produce una sonrisa, iré a buscar mi celular, estoy de acuerdo en lo de alejarse de la tecnología y paz y amor, cuidar el planeta y etcétera pero a quién engaño, llevó mucho tiempo sin el, sí nadie se entera no pasará nada. Salgo de la habitación y entró en la de ellos, y miro un instante todo y prosigo a buscar, en el piso, en las almohadas pero no creo porque sería incómodo meterlos en la almohada, en el armario pero sería muy obvio y por supuesto que no lo encuentro ahí, entre la ropa, miro al techo con la esperanza de que llegué alguna señal. Cierro los ojos y trato de pensar pero no se donde estará, bajo la cabeza y abro los ojos y me encuentro con una planta en una esquina, la tiene encerrada eso no es bueno, no es conveniente tener a una planta en un cuarto a no más que la saques de noche pero de pronto me llega una señal como mandada por Dios.
Corro en su dirección y trato de pensar como alguien metería celulares dentro de una planta, miro por debajo de ella y no hay nada, decido que lo único es arrancar la planta, creo que quedará en mi conciencia matar a una pobre planta. La arrancó con suficiente fuerza y me doy cuenta que ya está arrancado, con las dos manos en su tallo miro en la matera y ¡¡Bingo!! Miro rápidamente los celulares, hay ocho celulares, claro único que no le quitaron en celular fue a Eliot y se lo devolvieron a Nicholas.

Cogí el mío rápidamente y colocó la planta como estaba, parece que no pasó nada, cierro la puerta y voy a mi habitación, con cuidado lo limpio y lo prendo, la batería está por el 25% y lo pongo a cargar. Desvío la mirada y veo un tazón en la mesa de noche, tiene cereales y leche, creo que fue Caro quién lo dejó, sin más empiezo a comer y me encuentro con pedazos de manzana, algo que me encanta en el. Sigo hasta que acabó, debo decir que eran bastante y quedó satisfecha. Me acerco al celular y miro, este celular está como loco, le organizó la hora, fecha y los mensajes empiezan a llegar, y empiezo uno por uno.

Instagram: revisó el inicio, doy me-gustas, algunos seguimientos, artistas a quién sigo.

Facebook: solicitudes de amistad y el inicio, tengo un mensaje de una amiga quién estudia conmigo diciéndome por qué no le he llamado.

Twitter: hago algunos Twitt, Retwitt y revisó unos seguimientos y el inicio.

Después las llamadas, de papá de mamá y de dos números desconocidos, después mensajes de WhatsApp y tengo varios de amigos y de Desconocido, algunos eran saludos y emojis, otros frases como las anteriores.

Decido llamar a mis padres, es una llamada corta donde digo como me ha ido y por lo visto ellos sabían que había ido a Escocia, le conté como estuvo todo, pero sin entrar en detalles, les hable de un como y más hasta que llevó una pregunta.

- ¿Por qué nos estas llamando desde tú celular? -pregunta mi madre, ya que estaban juntos y en altavoz.

- Pues... Sandra me dejó tenerlo por una hora. -mentí y pareció que los convencí.

Después de una cuantas cosas y regalos que según mi madre me había comprado por navidad y mi cumpleaños, que será pronto. Después de todo deje en celular quieto, después de un rato lo lleve a su sitio, pero...

- Buen trabajo. - salté al escuchar esa voz.

- Casi me matas.

- Pues no pienso quedarme viudo antes de tiempo, discúlpame.

- Eres un idiota, -recordé lo principal- hey, tú no me viste aquí. ¿ok?

- Por eso no hay problema, Bella. - Hizo una pequeña reverencia y se fue.

Bella, así fue como me decía durante el viaje, escucharlo decir eso me hacia sentir un poco feliz, ya que todos me decían Isa y escucharlo de él era algo lindo pero sólo eso. Llegué a la habitación y todas estaban ahí.

- Hey Isa, hoy hay planes. - dice Sarah paseándose a mi lado.

- ¿De que hablan? -pregunté y me senté en el suelo.

- Nos fugaremos a un bar que hay en el centro está noche, con los chicos. -dice Paula un poco feliz.

- No creo que sea conveniente. -digo y esto me aterra hasta a mi, antes hubiera dicho que sí sin pensarlo pero creo que estoy madurando.

- Eso mismo pienso yo. -dice Lizeth mientras está acostaba boca abajo.

- Deja de privarte de los placeres de la vida sólo porque tú Romeo se ha ido Julieta. - Dice Caro con un poco de mofa.- entonces, a las 9 en la entrada de la casa.



(...)

Estaba bajando Paula de la escalera cuando alguien salió de las sombras, era Robert. Por un momento pensé que era Christopher pero para nuestra suerte era él. Nos sonrió y fue al lado de Sara. A continuación salió del mismo sitio Douglas, Bob y Nicholas. Pasamos la sala y salimos.

Creo que una interesante noche nos espera.








-------------------------------------------------
Holis espero no sonar tan aburrida en este capítulo pero pues necesitaba escribir algo así para que se viera atento Nicholas.
Comenten y voten, se los agradecería muchísimo.

Escapando de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora