Cap.26 (Segunda temporada)

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Temari 2009

No puedo creer que estoy embarazada, es decir, lo tenía planeado en algún momento, pero no esperaba que fuera tan rápido, y aunque esté bebé llegará antes de lo planeado, será bien recibido.

Mentiría si dijera que no estoy asustada, ¿Qué tal si no soy una buena madre? Cuando éramos niñas mamá murió y papá nos dejó, con Saori hemos estado improvisando todos estos años, la verdad es que no se cómo criar a alguien, Saori nunca me dió muchos problemas, pero no se si se vaya a correr con la misma suerte teniendo un hijo con Ran, estoy segura de que este bebé será una persona muy impulsiva.

Las siguientes semanas fueron bastante movidas, chequeos médicos, análisis de sangre y demás, odio los hospitales, pero hemos estado ahí tantas veces que ya conocemos a los enfermeros y nos hicimos amigos de algunos pacientes, aunque todo fue obra de Ran, a mí se me da mal socializar con otras personas.

Para el cuarto mes, mi barriga ha crecido un poco más, al ser primeriza y teniendo en cuenta mi complexión es normal que al principio no se notara, si me notaba un poco más gorda, pero creí que era el estrés de la boda y ya, nunca se me cruzó por la cabeza que podría estar embarazada.

Tengo fecha para el 25 de junio, nacerá unos días después de mi cumpleaños.

La película se reproduce ahogando el silencio de la sala, Ran masajea mis pies mientras como chocolate, dejaré a mi esposo en la quiebra con todos los antojos que tengo, todos los días debe comprar en la tienda lo que quiero comer, ayer me dieron ganas de comer brownies con mayonesa, a mi yo de hace algunos meses le daría asco, pero ayer me pareció lo más exquisito que he comido en la vida, no me importó la cara de asco que tuvo Ran durante todo el rato que estuve comiendo.

—Me da miedo el parto —confieso—. Dicen que es como cagar una sandía.

Ran estalla en carcajadas al punto en que casi está llorando.

—Te ríes de mí —frunzo el ceño con molestia—. Traeré a tu hijo al mundo, lo menos que puedes hacer es entender mi miedo.

—Lo siento, es que, desde que te conozco es la primera vez que te veo asustada por algo —deja mis pies a un lado y se acuesta junto a mí dejando su rostro en mi vientre—. Estoy seguro de que lo harás bien, yo estaré contigo en todo momento.

Sus palabras me tranquilizan, al igual que sus caricias en mi barriga, desde que nos enteramos del embarazo no ha dejado de tocarla, no sé quién de los dos está más emocionado.

Entierro mis dedos en su cabello para acariciarlo mientras seguimos viendo la película.

Vuelve a sentarse y toma mis piernas para enrollarla en su torso, sus largos dedos se deslizan por mis muslos hasta llegar al dobladillo de la camiseta.

—Creo que vamos a tener que llegar a un acuerdo para compartir tus tetas —sonríe con picardía mientras desliza su mano hacia arriba.

—¿Si entiendes que son para el bebé? —enarco una ceja y miro hacia abajo cuando sus dedos llegan hasta mi pezón.

—Pero yo llegué primero.

—Pero tu hijo tendrá prioridad.

—Pero solo será un bebé y tú tienes dos tetas —su otra mano también se mete dentro de la camiseta y rodea mi seno—. Podemos compartirlas.

Sonrío con complicidad y rodeo su torso con más fuerza para atraerlo hacia mi y sentir su creciente bulto en mi intimidad, lo único que lo separa de mí son las bragas, solo estoy usando una de sus camisetas.

—No sabía que tenías fetiches con la leche —tomo el dobladillo de la camiseta y me levanto un poco para quitarla, dejando que mis pechos reboten.

—Tampoco yo —cuando tiro la prenda al suelo, Ran se acerca a mi cuello para olerlo—. Pero contigo se me despiertan todos los fetiches —murmura con voz lasciva.

 𝑨𝒈𝒓𝒊𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆; Ran Haitani [𝗧𝗿𝗶𝗹𝗼𝗴𝗶𝗮 #𝟭]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora