Contigo Todo es Mejor (Katniss y Peeta)

capitulo 7

(pov katniss)

Al cabo de unos segundos el beso se intensifica, y mis ojos se van cerrando poco a poco, envuelvo el cuello de peeta con mis brazos, me levanto de la silla y me pongo de puntitas, pues peeta es un poco más alto que yo.
Una onda de energía recorre todo mi cuerpo.
Sus labios están un poco húmedos, pero así me gustan.

Sin dejar de besarnos peeta me levanta y me sujeta las piernas con sus manos.
Y se dirige a las escaleras, las subo de espaldas hasta mi habitación.

Al llegar me tumba en la cama y se acomoda encima de mi.
Me besa el cuello, y yo suspiro en su oído, me esta volviendo loca.

Peeta coge el dobladillo de mi blusa y la levanta. En un momento me siento nerviosa, no se que hacer y le digo a peeta:
-¿Peeta?
- ¿Si?- me dice mientras besa mi cuello
- No creo estar lista para esto-
En el momento en que le digo el para, deja mi blusa, y deja de besar mi cuello.
No se porque se lo dije, ahora me arrepiento.
- No importa, lo siento, fue un impulso. te esperare todo lo que necesites.
El se levanta y se sienta en la punta de la cama.

Siento unas ganas de decirle "no, perdóname a mi, si quiero" pero no, ya es tarde.
Pero tengo que hacer algo, así que me siento y le digo:
-Gracias por entender- de doy un picó y lo abrazo, el me devuelve el abrazo, y apoya su cabeza en mi hombro.
No se porque dije eso, me siento tan mal.
El abrazo dura lo común entre los dos, como 20 minutos, se que es mucho, pero creo que nos sentimos cómodos cuando nos abrazamos el uno al otro.
Al menos yo me siento querida, amada, me siento importante para alguien.
Porque desde que.., (me duele recordarlo) no me he sentido, muy apreciada, hasta que llegó peeta, y me hizo darme cuenta de que puedo seguir con mi vida, y que lo puedo superar.

-¿quieres dar un paseo?- me pregunta peeta después de que nos separamos, sacándome de mis pensamientos.
- Claro- le sonrió y me levanto
El me tiende la mano y yo la recibo.
Bajamos y nos dirigimos a la puerta.
Ya son como las 6 de la tarde apenas el sol se está poniendo, hay un paisaje de fotografía, se me viene a la mente el color favorito de peeta, ahora se a que se refería, el arco del sol en descenso, el cielo surcado por varios tonos naranjas. es un color realmente hermoso, perfecto para una caminata.

Nos vamos cogidos de la mano por el camino de la aldea de los vendedores, amo sentir sus dedos entrelazados con los míos.
El camino hasta la plaza en el centro de la ciudad es de unos 7 kilómetros, así que nos toma un poco de tiempo llegar. pero parece un mundo completamente distinto.

Aunque la plaza está mejor que antes, han reconstruido el edificio de justicia, y algunos de los almacenes, como la panadería, nunca había venido, desde que peeta comenzó a con la reconstrucción, no está terminada, pero igual esta precioso lo poco que lleva.
-Peeta, es hermoso
Por afuera Está pintado de blanco, pero al entrar te encuentras con otro mundo. El techo esta pintado de azul casi morado, y miles de puntitos de diferentes tamaños plateados, perece que vieras el cielo de noche.
-¿no es demasiado excesivo?- pregunta peeta
- No, claro que no, es perfecto- yo sonrió, el me mira y después me devuelve el gesto.

Nos quedamos un buen rato en la panadería, peeta me da de probar algunos postres, y me dice que le de mi aprobación, yo se la doy a todo lo que el me da.
Aveces en ves de un dulce, me da uno que otro beso.
Esos no los apruebo todos, pero solo porque me encanta que me de otra prueba para ver la calidad.
Aunque todo es delicioso,(sobre todo los besos), me comienzo a marear un poco.

-¿Quieres que nos vallamos a casa?- creo que se nota en mi cara que me siento un poco mal, porque peeta tiene ojos de preocupación.

-Si. Creo que comí demasiado dulce.
-Es mi culpa, no debí darte tanto.
-Claro que no ese tu culpa, es que me comí más de lo que debía cuando tu no me mirabas

Me comí como un pastel completo, pero de pedazos diferentes de pasteles, Mientras el hacia unas galletas. Y después me comí como 6 galletas.
-¿Y como te sientes? - Aveces peeta se preocupa mucho por mi, no es que me moleste solo que lo hace muy a menudo, y muy es muy.

-Bien, un poco mareada pero bien.
No le dije todo, me duele la cabeza, me duele el estomago, y tengo ganas de vomitar.
Pero no lo quería preocupar más de lo que esta.

Ya deben ser las 9 de la noche, creo que se nos pasó el tiempo en la panadería.
Ya no ves a nadie por las calles, todos los almacenes cerraron, (todos cierran como a las 7), esto me recuerda un poco a cuando volví aquí desde el trece, aunque todo estaba destruido, y ahora está mejor. Ya reconstruyeron la mayoría del distrito, las personas ya no se mueren de hambre, en ningún distrito, y ya no nos gobierna la serpiente de snow.
No tardamos en llegar a él camino de vuelta a la aldea de los vencedores, pero lo que dura es el recorrido hasta allí.
Creo que me siento mucho peor de lo que me sentía en la panadería, aveces me toca parar de caminar para que el mundo no de la vuelta, cada vez que hago eso se ve mucha más preocupación en la cara de peeta.
Siento como la cabeza me palpita, parece que se me fuera a salir una vena.
Peeta me tiene cogida de la mano fuertemente, supongo que es para que no me caiga, pero si me ayuda mucho, porque sin el ya estaría tumbada en el piso vete a saber cuantos kilómetros más atrás.
No creo que vallamos más de medio camino, pero pareciera que hubiéramos caminado por horas.

Hay un momento en el que mis piernas no pueden caminar más, me detengo, y me siento en el suelo.
Peeta me levanta y me carga.
-¿Katniss te sientes bien?
No lo escucho muy bien, oigo las últimas palabras con eco al final.
No creo haberle respondido, pero lo que recuerdo es que peeta decía:
-No te preocupes, yo nunca me iré de aquí, ni siquiera si tu quieres.

Supongo que le había dicho que no de fuera, o algo así, porque o si no ese comentario, iría un poco fuera de lugar.
Lo ultimo que veo es que peeta abría la puerta, después de eso solo vi manchas negras que se apoderaban de mi vista.