Contigo Todo es Mejor (Katniss y Peeta)

capítulo 11

No se como termine sobre peeta, solo recuerdo que estaba molesta con el, pero sus ojos azules hicieron que derrumbará toda mis resistencia.

Ahora peeta está de espaldas al sillón conmigo encima, y nos estamos besando.
Mis manos juguetean con el cuello de su camisa (estoy decidiendo si desabotonarse la o no), y las de el recorren toda mi espalda y aveces pasan por mi cintura, lo que me produce un escalofrío.

Mis labios solo se apartan de los suyos para respirar, pero nuestras bocas no tardan en encontrarse de nuevo. Su lengua recorre toda mi boca, y juega con la mía, es como si bailarán. es un beso abrasador aunque no me esta comiendo la boca como la otra vez. este es más dulce, pero sigue siendo apasionado.

En un momento siento la mano de peeta introducirse debajo de mi blusa, pero sólo recorre toda la parte de mi cintura, espalda y mi abdomen, sin siquiera acercarse a la zona de mis pechos, creo que esta pidiendo permiso.
Yo solo dejo que siga con lo que hace mientras le desabrocho cuidadosamente un botón por uno.

Peeta coge el dobladillo de mi blusa y la sostiene un segundo para ver si yo no lo detengo.
Yo solo me concentró en sus botones y lo dejo continuar
Así que peeta me quita la blusa rápidamente mientras que yo sigo luchando con su camisa.

Cuando al fin logró desabrochar todos los botones, tocan la puerta.

¡¿Porque siempre pasa esto?!, pareciera que el universo no quisiera que...tuviera un momento con peeta ¡a solas!.

Peeta aparta sus labios de los míos y me sienta en su regazo.
Tiene cara de frustración, creo que igual que yo.
Por estar pensando, casi olvido que solo traigo el sostén en la parte de arriba. Me pongo rápido la blusa e intentó no mirarlo porque se que tengo rubor por toda la cara.
Vuelven a tocar, así que me levanto y voy hasta la puerta mientras peeta se termina de abotonar la camisa.
Antes de abrir le digo
-La próxima vez ponte una camiseta- el deja de ponerle atención a su camisa y me mira, se ríe y me pone una sonrisa traviesa y me dice
- Como usted diga capitana-pone la punta de sus dedos en su cien como hacen los militares y los baja apuntándola a mi, le devuelvo la misma sonrisa y abro la puerta.
- Hola dulzura- me dice haymitch con effie al lado
-Hola katniss- me dice effie al igual que haymitch. Yo solo los saludo con la mano porque estoy molesta de que hayan estropeado mi "momento" con peeta
-Estas un poco desordenada cariño ¿que estabas haciendo con el panadero?- me dice haymitch levantando las cejas , effie le pega en el brazo y le pone una cara reprobatoria. como estoy tan molesta le contestó de mala gana
-Nada que te importe-en ese momento aparece peeta con la camisa ya abotonada y con el pelo un poco mas arreglado, sin duda se ve mejor que yo, tengo la blusa al revés y el pelo todo desordenado, (aunque creo que no se nota mucho lo de la blusa).

-¿De que me perdí?- pregunta peeta
-¿Que travesuras le hiciste a katniss para que estuviera tan molesta? ¿Eh?- haymitch pone una sonrisa tonta, y juega con las cejas de nuevo.
Peeta solo ignora su comentario al igual que yo y pregunta
-¿A que se debe su visita?
-¿recuerdan que les habla de algo muy muy importante que tenía que decirles?
-¿Que nos van a enviar de nuevo al espantoso capitolio?- le digo con un poco de fastidio en la voz, aunque no tengo motivos por que enojarme, bueno al menos que ellos sepan.

Effie cruza miradas con haymitch y el le asiente levemente.

-¡Si!, ¿como se enteraron?- dice effie con su tono super alegre de siempre, aunque algo me dice que no era lo que venían a decirnos, si fuera eso no hubieran venido los dos, haymitch desprecia tanto al capitolio como yo, creo que un poco mas, ¿para que vendría a decirnos eso?.
-Lo vimos por televisión- responde peeta
-¿Por eso fue que viniste?- le preguntó ya con mi tono normal, <<ellos no tienen la culpa, no sabían>> repito en mi cabeza, aunque no encuentro la razón por la que estoy tan molesta.

-¿podemos pasar?-pregunta effie -claro, me había olvidado de ese detalle- le digo con un tono mas alegre que con el que los recibí

peeta y yo nos apartamos de la puerta para que ellos pudieran pasar.
-esta un poco desordenado ¿no?, creo que esto confirma mas mis sospechas-dice haymich peeta y yo cruzamos miradas un poco avergonzados.

la bufanda que tenia en la boca esta en el suelo, con los cojines de el sillón, el suéter que traía puesto peeta esta en la mesita de centro, y el sillón esta todo desordenado. para cambiar de tema digo:

-¿quieren comer algo?-haymitch solo asiente, le hago una seña a peeta para que organice mientras yo les sirvo algo de lo que quedo de comida. como nosotros tampoco hemos comido aprovecho para dolorosamente quitarle un poco de comida a mi plato, dejándolo con lo mismo que tiene el de peeta, y poniendo lo demás en otros dos platos para que ellos también coman. por suerte hice zumo de naranja de mas, así que eso no tengo que "racionarlo", en realidad no es racionar como lo hacia antes de los juegos, es un plato de comida normal, pero yo tengo un poco de hambre, y quería comer de mas.

cuando termino de servir, peeta llega -yo llevo esto, ve y te arreglas -esta bien- le digo, y guardo lo que quedo de zumo en el refrigerador. - pusiste lo mismo en todos los platos, ¿mi venganza te ayudo a cambiar de parecer?- me dice peeta sonriendo, yo solo le enseño la lengua y me voy a arreglarme

estoy peor de lo que pensé, tenia una trenza y quedó echa pedazos, no queda prácticamente nada de ella. cierro la puerta del baño y me arreglo la blusa, me vuelvo a hacer la trenza, y en cuestión de minutos vuelvo a parecer una persona.

antes de ir a donde están ellos, me quedo un segundo cerca de la entrada para arreglarme el zapato. Mientras lo hago puedo oír de que hablan.

-¿y ella sabe?-pregunta haymitch
-creo que no, pues yo nunca le he dicho nada.-responde peeta
-Más vale que no lo sepa- dice effie

Me quedo totalmente quieta ¿de que estarán hablando?,¿que no puedo saber?.
Decido ir a preguntar, no me parece justo que guarden un secreto y me excluyan.

Me paro unos cuantos pasos más adelante de la entrada, pongo mis manos en la cintura y digo con total indignación:
-¿De que no me puedo enterar?- ellos me miran con preocupación, y después cruzan miradas nerviosas entre ellos.