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Betty.

Esa noche desperté de repente, jadeando desesperadamente por respiración al sentarme de repente.

-Hey -Jughead dijo despertando al oirme romper en llanto al instante- Oye, oye. Tranquila, estoy aquí.

Me dejé caer a sus brazos y él me abrazó con fuerza, sosteniendome cerca de su pecho.

-Ya, mi bebé -susurró- Estás bien ¿Tuviste un sueño feo?

Asentí con la cabeza aferrandome a su ropa, intentando acercarme más a él.

-Okay, princesa ¿Qué pasa?

-Más cerca -sollocé- Necesito más cerca.

Él me puso encima suyo y acomodé ni cabeza en donde podía oir los latidos de su corazón. No era suficiente. Me metí debajo de su camiseta gris y me acomodé en el mismo lugar.

-¿Mejor?

-Mejor -susurré-

Él hizo una maniobra para quitar su camiseta sin separarme de su piel y me cubrió hasta el cuello con las mantas.

-Abrázame fuerte -dije en un hilo de voz- No me sueltes.

-No te suelto, princesa. Jamás lo hice, jamás lo haré.

Oyendo su corazón logré calmarme. Él acariciaba mi espalda mientras dejaba besos en mi cabeza de vez en cuando.

-Duerme -murmuré- Estoy bien.

- No te preocupes, bebé. Voy a dormirme cuando tu lo hagas.

-Gracias, Juggie.

-Eres mi princesa. Tengo que cuidarte.

Sonreí. Sonaba igual que cuando eramos niños.

-Te amo.

- Yo a tí, hermosa. Descansa.

Con él abrazándome, me dormí tranquila. Cuando desperté en la mañana, lo vi completamente dormido, aún debajo mio.

Me puse a su lado y besé su mejilla, despertándolo.

-Buenos días, princesa -dijo frotandose los ojos- ¿Dormiste bien?

Asentí con la cabeza y él me acercó, abrazándome de nuevo.

-¿Podemos dormir un rato más?

-Claro, Juggie.

-No -papá dijo entrando a la habitación y abriendo las cortinas-

-Papá -me quejé- Es sábado.

-Y son las dos de la tarde.

-Papá -Jughead repitió- déjanos.

Él se sentó a los pies de la cama y yo lo pateé intentando empujarlo.

-Betty -papá rió- No. Jughead tiene que lavar el auto, tienen que comer y su madre y yo en un rato vamos a irnos con Mary. Tenemos que preparar todo para el juicio.

-¿Volveran para cenar?

-No lo sé, muchacho. Luego les avisamos. Pero quiero estar con ustedes un rato ¿Pueden levantarse?

Cuando lo pone de esa manera, es imposible decir que no.

Me arrodillé y me acerqué a él, abrazándolo al sentarme en sus piernas.

-Hola -dije apoyándome en su hombro-

-Hola, mi amor.

Jughead bufó rodando los ojos.

-¿Qué te pasa? ¿Eres el grinch? ¿Se te encogió el corazón?

-Sí -dijo de brazos cruzados- Yo quería estar contigo y ahora tú estás con papá.

Él rió y me puso junto a Jughead dejandome en medio de los dos.

-No puedes estar celoso de tu padre ¿Sabes eso? -papá preguntó-

-No estoy celoso -bufó- solo...enojado.

Con una sonrisa, besé su mejilla y lo abracé.

-Te amo.

-No lo sé -dijo volteando para darme la espalda-

-Okay, reina del drama -respondí acariciando su cabello- ¿Qué quieres?

-No sé -bufó- a tí.

-Mala suerte, campeón -papá dijo al alejarme de él-

-¡Papá! No seas malo. Juggie está enojado.

-Está haciendo un capricho.

-Si ¿Y?

-Y tienen quince años.

-Si no te gusta, vete -respondí volviendo a acariciar el cabello de mi novio- ¿Qué puedo hacer, bebé?

Él se volteó y me abrazó cerrando los ojos.

Papá estaba por irse, pero Jughead tiró de su camiseta, haciendolo volver a sentarse.

-Okay -murmuró- Solo un rato.

𝑾𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝑮𝒓𝒐𝒘 𝑼𝒑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora