𝑾𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝑮𝒓𝒐𝒘 𝑼𝒑

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Betty.

-Muy bien, princesa -Jughead besó mi mejilla mientras levantaba los platos de la cena- Comiste todo.

Sonreí mirándolo tímidamente y él me devolvió la sonrisa al alejarse.

Me costaba terminar un plato completo, y aunque para mí era estúpido, Jughead insistía en que debíamos festejar las pequeñas victorias. Eso es adorable, jamás le diría que no.

-¿Qué quieres hacer ahora, bebé? ¿Vamos a dormir? ¿Vemos una película?

-No quiero irme a dormir antes de que mamá y papá vuelvan de su cena.

-Okay -dijo acariciando mi cabello- ¿Quieres que nos acostemos en el sofá y veamos algo en la televisión?

Asentí tomando su mano para ir a acostarnos juntos. No me importó qué es lo que puso para ver; yo solo queria abrazarlo y quedarme encima suyo para siempre. Él besó mis labios y me abrazó mientras miraba la televisión.

Al sentir sus manos acariciar mi espalda por debajo de mi remera, sentí como se me erizo la piel. Me sentía extremadamente consciente de su tacto cuando se acercaba demasiado al elástico de mis shorts grises. Enterré mi rostro en su cuello y dejé un beso en este. Lo oí suspirar y sonreí. Se cuanto le gusta.

-Juggie -murmuré-

-¿Si, mi amor?

-Puedes tocarme.

-¿Qué?

-Puedes poner tus manos en donde quieras. No voy a desesperarme.

-No quiero apresurarte, bebé. No hace falta. Si quieres que te abrace y-

-Jughead -dije acariciando su brazo- Si algo no me hace sentir cómoda, voy a decirlo.

-Pero no quiero que me dejes hacer algo solo porque-

-Jug.

-No necesito tener sexo para que-

-Jughead, quiero que me toques.

-¿Quieres?

-Sí.

-¿Lo prometes?

-Lo prometo, bebé.

Él deslizó sus manos por mi espalda baja y una sensación de alivio recorrió mi cuerpo.

-Juggie -susurré- Te amo.

-Yo te amo a tí, bonita.

-¿Puedes quitar tu camiseta?

-Bebé...

-Te lo estoy pidiendo, por favor.

Sin separarse tanto de mí, se quitó la camiseta negra y volví a acostarme sobre su pecho, sintiendo el aroma de su piel.

-Gracias, Jug.

-De nada, princesa.

Luego de un rato, estaba a punto de quedarme dormida cuando oí la puerta principal ser abierta.

-Mierda -suspiré- Genial.

-Tranquila -Jughead murmuró- No estabamos haciendo nada.

Asentí con la cabeza y él me abrazó de nuevo, volviendo a mirar la pantalla.

-Hola -mamá dijo acercándose a nosotros- ¿Comieron?

-Sí -afirmé frotándome un ojo- ¿Ustedes?

-Sí, mi amor. Fuimos a cenar ¿Recuerdas?

-Sí. Los extrañamos.

-Yo no -mi novio negó- Estaba bastante tranquilo la verdad.

-Okay, odioso -mamá besó su frente y levantó su camiseta del suelo- Vístete. Tu papá va a volverse loco sino.

-Quizá quiero volverlo loco.

-Jughead -mamá y yo hablamos al mismo tiempo-

Él bufó poniéndose su camiseta.

-Y por favor, no hagan cosas en el sofá. Luego yo me siento ahí.

-Mamá -dije con asco- No hicimos nada.

-Betty necesita sentirme cerca para estar tranquila ¿Recuerdas?

Ella asintió en un suspiro.

-No me mientan.

-No miento -afirmé, mintiendo-

-Okay. Vayan a dormir, es tarde. Y si es posible, los dos mantengan todas sus prendas puestas.

-Okay, mamá. Lo haremos.

Mentí de nuevo. Necesito sentir la piel de Jughead contra la mía.

Apenas subimos las escaleras, entramos a su cuarto y él quitó su camiseta, yo quité la mía y mientras nos metíamos a la cama me quejé tirando de su pantalón.

-Bebé, eso es jugar con fuego.

-No me importa. Quiero tenerte cerca.

Él respiró profundo al quitarse el pantalon de pijama y se metió a la cama de nuevo para abrazarme cerca.

-Prometo que ya voy a estar lista para hacerlo de nuevo -murmuré- Quiero, pero no creí que querer no sería suficiente para estar lista.

-Princesa, está bien. Te esperaré todo el tiempo que necesites. Lo más importante es que te sientas bien.

-Gracias, Juggie.

-Descansa, bebé.