Capitulo 10

1.4K 195 20
                                        

El señor Jeon recibió un diagnóstico devastador: su hijo, Jeon JungKook, y su hija, Jeon Na-yeon, padecían psicopatía grave. Los intentos de asesinato contra sus compañeros eran solo el comienzo de una pesadilla.

La niña de doce años y el joven de quince años parecían ángeles, pero ocultaban un secreto oscuro. Su padre sabía que si no controlaban su condición, terminarían en un hospital psiquiátrico... o peor.

El señor Jeon miró a sus hijos con una mezcla de miedo y tristeza. No podía creer que aquellos niños con cara de inocentes fueran tan malos. En especial, el adolescente de quince años con ojos de tapioca parecía la reencarnación del mismo diablo.

La culpa, según el señor Jeon, recaía en su esposa, quien les había heredado ese trastorno. Ella estaba internada en el hospital psiquiátrico mejor pagado de toda Corea.

-Bien, muchísimas gracias, señor Lee -agradeció el señor Jeon.

Sus hijos lo voltearon a ver al mismo tiempo, ambos con una mirada llena de maldad. Ahora que sabía de lo que padecían, tendría cuidado. Mucho cuidado.

-Hijos -llamó-. Vamos a casa.

Cuando llegaron a la gran casa, los menores miraron el paisaje verde del campo donde jugaban otros niños. Uno de ellos, un niño de cabellos castaños ondulados, llamó su atención. Parecía de su edad.

-Hola -saludó el niño.

Los hermanos correspondieron el saludo con un movimiento de cabeza, lo que pareció curioso al niño.

-¿No pueden hablar? -preguntó.

Los hermanos se burlaron de él y se rieron ante la tontería.

-¿Cuáles son sus nombres? -preguntó el niño.

-Soy JungKook -se presentó-. Y ella es mi hermana pequeña Na-yeon.

-Mucho gusto, JungKook y Na-yeon -sonrió el niño-. Mi nombre es...

JungKook y Na-yeon llevaron al niño a un lugar apartado, donde sus juegos se convirtieron en una pesadilla mortal. Los cabellos castaños del niño se movían ante las puñaladas del cuchillo, mientras lloraba fuertemente ante el dolor.

La puerta del jardín trasero se abrió de golpe, y el papá de los Jeon descubrió el horror que sus hijos habían cometido.

-¡¿Qué carajos hicieron, mocosos idiotas?! -gritó el mayor.

El señor Jeon había llamado a la policía al escuchar gritos, pensando que alguien estaba dañando a sus hijos. Pero al llegar, se encontró con el cuerpo de un niño de catorce años en su césped, rodeado de un gran charco de sangre.

El señor Jeon se volvió loco. Tomó a sus hijos de los cabellos y los alejó de la escena. Estaba a punto de golpearlos cuando la policía llegó y se quedaron en shock ante la brutalidad del crimen.

Un paramédico se acercó al niño herido y le susurró angustiado:

-Vamos, vamos, pequeño. Tú puedes lograrlo.

© 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐇𝐄𝐋𝐋 | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora