Extra 2

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El día estaba nublado, bastante agradable para Taehyung y JungKook, quienes estaban cuidando a un pequeño bebé de sus amigas. Porque sí, habían conseguido dos mejores amigas que eran pareja.

En ese pueblito donde se encontraban viviendo, eran demasiado amables; cuando llegaron, los recibieron con comida, y sus vecinos les llevaron demasiados regalos. Ahí fue donde conocieron a una tierna parejita lésbica que había adoptado un bebé que había perdido a su familia en un accidente el año pasado.

—¡Kookie! —gritó feliz Taehyung, arrepintiéndose al instante cuando el pequeño bebé que dormía anteriormente tranquilo despertó y comenzó a llorar fuertemente. El castaño hizo un puchero y fue a recibir a JungKook, quien había llegado de trabajar. Porque sí, Jeon había comenzado a trabajar no muy lejos de su casa; estaba muy cerca de donde vivían.

—Hola, bebé —le dijo a Taehyung, besándole tiernamente la nariz—. ¿La parejita feliz dejó a su bebé con nosotros para ir de cita? ¿De nuevo?

—Sí, Kookie. Dijeron que regresarían rápido, pero honestamente no lo creo. La última vez tardaron más de lo acordado, pero se los dejamos pasar porque no tienen mucho tiempo para ellas como antes. Sin embargo, son felices con este bonito bebé, así que no se quejan —dijo riendo, haciendo una mueca de dolor cuando caminó hacia la cuna del bebé para dejarlo dormir de nuevo.

—¿Estás bien, Taetae? —preguntó JungKook.

—S-Sí —respondió sonrojado y tímido.

Jeon lo miró coquetamente y le sonrió ladinamente.

—Eres un estúpido, Jeon JungKook —se quejó cuando el pelinegro lo tomó de la cintura para besarlo.

Dejaron el monitor que la pareja de chicas les había dejado junto a la cuna del bebé y salieron de la habitación. Si escuchaban algo raro en la habitación, irían de inmediato.

—Auch, amor —se tocó el pecho con dolor fingido ante las palabras de Taehyung—. ¿Por qué tan agresivo?

—Vi la mirada que me diste, JungKook. ¿Crees acaso que no sé qué planeas? ¿Mh?

JungKook se carcajeó. Tomó a Taehyung de nuevo de la cintura y lo llevó hacia su habitación.

—Por supuesto que sabes, no eres tonto, Taehyung —le dijo.

Tomó al menor de las caderas y lo recostó en la cama, para después posicionarse sobre él. Besó sus labios lentamente, disfrutando del contacto suave y lento de los mismos, sientiendo como sus manos delgadas apretaban su traje. Había extrañado besarlo durante el día.

Sus manos bajaron lentamente por la figura del castaño, acariciándolo sobre la ropa, escuchando un leve jadeo cuando sus dedos subieron de nuevo directo a sus pezones. Pero fue interrumpido cruelmente por la mano delgada del menor.

—No podemos hacer esto —le susurró, mirándolo a los ojos.

—¿Por qué no?

Taehyung rodó los ojos.

—El bebé está en la otra habitación de junto, JungKook. Está bien que seamos psicópatas, pero no queremos traumatizar a esa criatura —se quejó, dándole un golpe medio fuerte a JungKook en el pecho.

El mayor rodó los ojos y se bajó del cuerpo del menor, acomodando su corbata y traje. Tomo al menor de nuevo y lo puso sobre él.

Después de un largo silencio, Taehyung habló.

—¿JungKook? —los llamó, creyendo que estaba dormido.

—Dime.

—¿Crees que en otra vida nos hubiéramos conocido de una manera diferente? Ya sabes, en otra vida donde no me hubieras torturado por un año —le preguntó con dificultad, sintiendo su voz temblorosa y sus ojos llorosos ante el recuerdo de hace años que lo azotó con fuerza de nuevo.

© 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐇𝐄𝐋𝐋 | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora