Un año pasó desde lo ocurrido y se podría decir que Taehyung estaba mucho mejor. Estaba recibiendo tratamiento para las cicatrices que había dejado JungKook en él; la única cicatriz que había dejado fue la que tenía el nombre de JungKook. ¿Por qué lo hizo? Fácil, lo hizo porque sentía que así tenía cerca al mayor. Las demás cicatrices, como las que dejó Na-yeon, fueron desapareciendo conforme al tratamiento que estaba recibiendo.
Las ojeras habían desaparecido y había aumentado de peso, lo suficiente como para estar en su peso adecuado para él. Las voces se callaron con su tratamiento y, al ya no estar en un lugar donde recibía demasiado estrés, ansiedad y pánico, se habían calmado. Por momentos, cuando las pastillas no hacían efecto rápidamente, las voces le reclamaban por qué había ido con la policía y por qué había dejado que se llevaran a JungKook, pero las ignoraba.
Con la ayuda de su psiquiatra, había aprendido a sobrellevar las voces e ignorarlas cuando fuera necesario. Debido a esto, las voces a veces gritaban o susurraban cosas como: "La vida no tiene sentido, Taehyung, deberías matarte", pero él las ignoraba.
A su madre le habían propuesto internarlo en un hospital psiquiátrico, ya que, según esos doctores, era peligroso para la sociedad debido a las cosas que había visto y vivido con JungKook.
Los doctores le dijeron a su madre que era peligroso que anduviera por ahí, que no debían dejarlo salir, ya que a la mínima molestia que le hicieran sentir, podría matar a alguien. Y no estaba del todo equivocado, porque sí, cuando alguien del edificio Edén le hacía enojar, JungKook le decía que, si alguien le parecía irritante, le decía algo o simplemente no le daba buenas vibras, lo podía matar con toda confianza.
Y su cerebro le había dicho que hiciera aquello con el doctor. Claramente, él no hizo caso y simplemente lo dejó pasar.
Durante meses, fue sometido a diferentes tratamientos para que pudiera estar mejor. Durante las noches, tenía pesadillas, pesadillas que incluían a JungKook, Na-yeon y Soyeon.
A veces, JungKook simplemente lo miraba fijamente en sus pesadillas, para después desaparecer, y cuando menos se lo esperaba, JungKook lo mataba de una forma tan violenta que incluso al despertar, su cuerpo le dolía.
Mientras que con Na-yeon, simplemente soñaba aquel día en el que JungKook lo dejó con ella. Se repetía una y otra vez en bucle.
Soyeon, en sus sueños, lo ayudaba a escapar de ese infierno en el que estaba viviendo.
Pero él sabía que Soyeon ya no estaba. Meses después, cuando Taehyung preguntó por ella, su madre le dijo que había sido asesinada por JungKook la noche en la que la policía fue por él.
Le habían dicho que todos los inquilinos habían muerto, sumándole más años a la condena de JungKook.
Cuando se enteró de la muerte de Soyeon, había llorado hasta que sus ojos dolieron. No podía creer que la chica que tanto le había ayudado ya no estaba en este mundo.
Soyeon había sido casi como una hermana para él; ella siempre lo ayudaba cuando necesitaba algo o lo consolaba cuando sentía que no podía más. Había sido buena gente con él y sabía que ella no merecía estar ahí, rodeada de tanta gente loca.
Ella debió de estar con la mujer que más amaba, pero JungKook la había matado hace años, solamente para darle una lección y decirle que el amor era para débiles. Que ella no podía permitirse estar enamorada de alguien porque era peligroso para el Edificio Edén, ya que en un movimiento que hiciera mal podrían descubrirlos.
Pero ella en ese momento no hizo caso cuando le dijeron aquello, y JungKook se enojó tanto que trajo a la chica de Soyeon al edificio con la excusa de ayudarla a sorprender a Soyeon.
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© 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐇𝐄𝐋𝐋 | Kookv
Misterio / Suspenso𝐒𝐅𝐇 | 𝐊𝐕 | 𝗘𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗘𝗱é𝗻: Taehyung, un joven que acababa de mudarse a Seúl, Corea del Sur, se enfrentaba a un desafío común: encontrar un departamento asequible. Con un sueldo modesto, sabía que tendría que renunciar a los lujos y bu...
