Capitulo 17

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Al día siguiente...

Cuando Taehyung abrió los ojos por la mañana, lo que vio fue a JungKook profundamente dormido. Su ceño estaba fruncido y su mandíbula tensa, como si estuviera soñando algo. Parecía que nada ni nadie podía molestarlo, porque se enojaba profundamente, pero claro, no podía hacerle nada a sus sueños.

Poco tiempo después, Taehyung sintió el cuerpo del mayor moverse debajo de él. Al parecer, había despertado.

—¿Estás despierto, Taehyung? —le preguntó JungKook con la voz ronca, haciendo que el menor se estremeciera.

—S-sí —respondió Taehyung.

JungKook asintió y, sin decir palabra alguna, se levantó de la cama cuando escuchó el estómago de Taehyung hacer ruido. Con cuidado, se levantó de la cama con el menor sobre él. Taehyung se dejaba hacer, ya que hoy estaba bastante agotado y no quería mover ni un solo dedo.

Primero, se dirigió al baño, tomó dos cepillos de dientes y comenzó a cepillar los dientes de Taehyung. Cuando terminó, cepilló sus propios dientes y se lavó el rostro, después de Taehyung, claramente.

Luego, cargó de nuevo al menor y caminó hacia la cocina, donde Na-yeon y Soyeon los miraron fijamente con una expresión de interrogación en su rostro, desde la mesa.

Las féminas se miraron entre sí e hicieron un gesto con la boca de "¿Puedes creer lo que estoy viendo?"

—¡Que vivan el secuestrador y el secuestrado! —gritó Na-yeon.

Soyeon rodó los ojos y le dio un golpe a Na-yeon en la cabeza, quien lloriqueó como si hubiera sido el gran golpe.

JungKook y Taehyung las miraron e ignoraron, yendo directo a la cocina. Entonces, Taehyung fue dejado en la encimera de la cocina, JungKook abrió sus piernas y se metió entre ellas, abrazando al menor de la cintura.

—¿Qué quieres desayunar? —le preguntó JungKook, completamente aún adormilado.

—¿Estás diciendo que me harás el desayuno? Estás más dormido que despierto, no quiero que quemes la casa. Está bien, quiero morir, pero no tan pronto y mucho menos calcinado —le dijo, sonriendo con diversión momentánea. Y aunque JungKook lo negara, esa sonrisa le encantó demasiado y daría lo que fuera por verla de nuevo.

JungKook abrió los ojos por completo y lo miró. Aunque sus ojos estaban hinchados por haber despertado recientemente, esa mirada logró intimidar al menor, quien agachó la mirada y comenzó a jugar con sus manos.

—Ey, no bajes la mirada, mírame a los ojos —le susurró.

Taehyung lo miró de vuelta. Entonces, JungKook lo tomó de las mejillas y lo besó, lento, disfrutando de los labios ajenos. El beso duró lo suficiente como para que Na-yeon y Soyeon terminaran su desayuno y dejaran los platos en el lavabo.

Entonces, Na-yeon carraspeó y los miró con la ceja alzada. JungKook las miró de vuelta y tomó el cuchillo que iba a ocupar para su desayuno y se lo lanzó a la menor. El cuchillo rozó la pierna de Na-yeon, quien jadeó e intentó lanzarse sobre JungKook, siendo detenida por la mayor, quien le dio otro golpe en la cabeza.

Las mujeres se fueron y dejaron solos a los hombres en la cocina.

—¿Qué quieres desayunar? —volvió a preguntar JungKook, como si no le hubiera cortado la piel a su hermana.

—C-Cualquier cosa que no tenga carne —susurró Taehyung.

—¿En serio te dio asco la carne, Taehyung? Ambos sabemos que te encantó —le susurró JungKook.

© 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐇𝐄𝐋𝐋 | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora