Taehyung se quedó helado. ¿Qué haría? Una parte de él quería quedarse con JungKook, a pesar de saber todo lo que le haría el mayor, y otra parte quería estar con su familia.
Entonces, aquella voz que se había apagado salió a flote.
"¿En serio dejarías a JungKook, Taehyung? ¿No te importa cómo reaccionaríamos tú o yo? Por favor, Taehyung, no nos separes de él."
Taehyung negó asustado. JungKook se dio cuenta de aquello. Entonces, sostuvo al menor de las caderas. Aún se encontraban en la bañera, así que Taehyung estaba sobre JungKook. JungKook lo volteó ágilmente y lo dejó cara a cara frente a él.
-Te hice una pregunta. ¿Quieres irte, Taehyung? -volvió a preguntar JungKook, mirando al menor fijamente.
"Vamos, Taehyung, dile que no. Dile que te quieres quedar con él por siempre. Dile que nos queremos quedar con él."
Su respiración era cada vez más acelerada. Su corazón latía fuertemente en su interior, y sentía unas inmensas ganas de vomitar. Su cuerpo se sintió frío, y su piel se erizó. Se sentía levemente mareado y quería llorar fuertemente.
No sabía qué hacer, pero aquella voz en su cabeza comenzó a ser más ruidosa. Esa voz gritaba:
"¡Vamos, vamos, vamos! ¡Dile a JungKook que nos quedaremos con él! ¡Serás el culpable si nos pasa algo, Taehyung! ¡Tú serás el culpable!"
-Cállate, cállate, cállate -murmuró Taehyung.
JungKook lo veía con una ceja alzada. Creyó que Taehyung lo estaba callando, pero bastó con ver cómo sostenía su cabeza con fuerza y se golpeaba, para saber que Taehyung estaba escuchando voces en su cabeza.
Soyeon le tocó el hombro a JungKook, quien no despegó la vista del menor. Mientras, Taehyung estaba asustado por aquella voz que nunca había escuchado.
-Y-Yo no tengo la culpa de nada, no la tengo, no la tengo, no la tengo. No, no, no es mi culpa. N-No será mi culpa, no lo es, no lo es, no lo es -negó Taehyung.
Su mirada estaba perdida.
-Jungkook -llamó Soyeon-, ¿recuerdas las pastillas que Taehyung tenía en su maleta? Tal parece que tiene algún trastorno. Necesitamos darle las pastillas para que se calme. Pero para eso, debemos hallar la receta médica.
JungKook maldijo y salió de la bañera, llevándose al menor con él. Ambos estaban desnudos, pero a Soyeon pareció no importarle, ya que caminó detrás de ellos.
Taehyung seguía negando en susurros mientras su cuerpo temblaba fuertemente y los recuerdos llegaban como ráfagas.
-¡Taehyungie! -gritó su hermano, corriendo despavorido hacia él-. ¡¿Qué tienes, hermano, estás bien?! ¡Taetae!
El pequeño Taetae de tan solo quince años negaba, mientras sostenía su cabeza y tapaba sus oídos, como si fuera a callar las voces de su cabeza.
-¡Cállate, maldita sea! ¡Cállate! -gritó Taehyung, haciendo que su hermano retrocediera y fuera por su madre.
-¡Duele! ¡Duele mucho, por favor, sueltame! -lloraba mientras rasguñaba sus brazos-. E-Estas voces... E-Estas malditas voces, no se callan. Las odio, las odio, las odio.
La voz de su cabeza le decía que era su culpa, que todo lo que le había pasado era su culpa.
"¡Es tu maldita culpa, Taehyung! ¡Si no hubieras sido tan confiado con ellos, estaríamos bien, estaríamos bien, estaríamos bien!"
"Es tu culpa, Kim. Si te hubieras negado a ir con él, no hubiera pasado eso."
-¡Mientes! ¡No es mi culpa! ¡Es su culpa! -gritaba-. E-Es la culpa de él, es la culpa de él, es la culpa de él. No mía, no mía, no mía, no mía. No, no, no, no.
-¡Hijo! -gritó la señora-. ¡No hagas eso!
Veía cómo su hijo se rasguñaba los brazos hasta sacar tajos de piel y dejar líneas rojizas de las que salía el líquido carmesí.
-M-Mamá... No sé, no sé callarlas, las voces no se callan. Diles que se callen. Dicen que es mi culpa, no es mi culpa, es la culpa de él. Sí, sí, sí, es la culpa de él.
Su hijo parecía perdido, su mirada estaba perdida, mirando al horizonte, y de sus labios no salían más que murmullos y risas pequeñas. Entre sus pensamientos, logró escuchar la voz conocida de alguien gritar su nombre, alguien le estaba llamando.
-Taehyung -gritó la persona.
Taehyung negó con la cabeza.
-Taehyung -escuchó la voz cerca y tomó una bocanada de aire, pudiendo respirar por fin.
Miró a su alrededor, estaba con JungKook y eso lo hizo sentir tranquilo de alguna manera.
JungKook tenía en la mano un vaso de agua y unas pastillas que él tomó. Soyeon tenía una receta médica en su mano y leyó las instrucciones para tomar el medicamento.
Su respiración seguía siendo acelerada y su corazón latía rápido. JungKook le extendió las pastillas, pero al estar un poco perdido aún, solo las miró asustado.
JungKook rodó los ojos y le dio las pastillas hasta que las tragó con el agua, que igualmente se la dio él de a tragos.
Pasados unos treinta minutos, Taehyung estaba más tranquilo, su cuerpo se sentía agotado y solo quería dormir. Miró a JungKook, quien lo veía de vuelta, y pudo ver preocupación en sus ojos. No supo si aquello fue real, pero le gustó.
-¿Ya? -preguntó JungKook.
Él asintió lentamente.
-Bien, estas pastillas deben tomarse cada veinticuatro horas -dijo Soyeon, mucho más calmada.
-¿Qué sucede con la mamá de Taehyung y la policía? -preguntó JungKook, mientras sentía a Taehyung esconderse entre su cuello y abrazarlo fuertemente, enrollando sus piernas en su cadera.
-Tardarán en llegar al menos una hora y media más. El lugar en donde estamos está bastante lejos, así que les será difícil llegar. Más si ellos no los dejan pasar.
JungKook resopló y asintió.
-Avisales a los extraños que deben detener a las patrullas. Ya sea fingiendo un asesinato o pidiendo ayuda, pero que los distraigan.
Soyeon asintió y corrió fuera de la habitación, mientras sacaba su celular y llamaba a los extraños.
Pasados quince minutos, JungKook sintió el cuerpo de Taehyung pesado y supo que el mismo estaba dormido. Lo miró y sonrió cuando se dio cuenta de que su "pecado" estaba igual de loco que él.
-Tae -llamó.
El menor solo hizo un ruido con la garganta, demostrando que lo estaba escuchando.
-Debemos irnos -dijo JungKook.
Taehyung asintió.
-¿No podemos quedarnos? Me siento muy cansado.
-Si por mí fuera, te dejaría durmiendo más tiempo, pero la policía está por llegar y tu madre también. Debemos distraerlos.
Taehyung abrió los ojos perezosamente y lo miró. Se veía lindo, con los ojos hinchados, sus cabellos castaños despeinados y su piel canela brillando por los rayos de sol que se filtraban por la ventana.
-¿Qué haremos? -preguntó Taehyung, somnoliento.
-¿Te quedarás conmigo? -preguntó JungKook.
Taehyung sabía que estaba mal, pero aún así, quería quedarse con JungKook.
-S-Sí.
Y con eso, JungKook sonrió y Taehyung lo besó. El nuevo integrante de los "Extraños del Infierno" había llegado.
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© 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐇𝐄𝐋𝐋 | Kookv
Misterio / Suspenso𝐒𝐅𝐇 | 𝐊𝐕 | 𝗘𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗘𝗱é𝗻: Taehyung, un joven que acababa de mudarse a Seúl, Corea del Sur, se enfrentaba a un desafío común: encontrar un departamento asequible. Con un sueldo modesto, sabía que tendría que renunciar a los lujos y bu...
