𝐒𝐅𝐇 | 𝐊𝐕 | 𝗘𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗘𝗱é𝗻:
Taehyung, un joven que acababa de mudarse a Seúl, Corea del Sur, se enfrentaba a un desafío común: encontrar un departamento asequible. Con un sueldo modesto, sabía que tendría que renunciar a los lujos y bu...
Cuando Taehyung y su madre llegaron a su casa, el castaño fue y se recostó en el sofá que había en la sala, inhalando y exhalando hasta que logró estabilizar su respiración.
Su madre le trajo su pastilla que le tocaba y las demás que le tocarían en una hora.
-¿Por qué no me dijeron que JungKook había muerto? -preguntó con voz rota.
-No quise decirte porque sabía que te ibas a alterar. El psiquiatra dijo que habías desarrollado dependencia emocional hacia él, síndrome de Estocolmo y más; decirte solo pudo hacer que tuvieras una recaída peor.
Taehyung sabía que JungKook no estaba muerto. Si lo estuviera, ¿quién le mandaba todo eso? Él había escuchado la voz ronca de JungKook claramente.
La había escuchado dándole órdenes, mandándole la dirección del lugar, fotos y mensajes; no lo había imaginado él, todo eso había pasado en realidad.
Y algo le decía que JungKook solo estaba fingiendo su muerte para desviar la atención del caso y dejar todo tranquilo.
Pero lo que no entendía era, ¿por qué, después de haber fingido su muerte, lo seguía atormentando? ¿Qué quería de él?
Eso se repetía constantemente en su cabeza; no sabía por qué JungKook hacía eso. Parecía que el mayor tenía un gusto culposo por atormentarlo a través de mensajes, llamadas y pequeñas acciones que, para los demás, eran insignificantes, pero que para él eran algo muy grande, algo que lo lastimaba. Algo que lo hacía sentir miedo, adrenalina y pánico.
Él había visto a JungKook en un callejón cuando vio a su hermana teniendo relaciones con ese tipo. JungKook lo había amenazado con matar a su hermana o matarlo a él si se iba del lugar cuando escuchó los primeros gemidos. Lo había amenazado con cortarle el cuello de nuevo y esta vez con matarlo, no solo con rajarle levemente el cuello solo para asustarlo.
De lo que sí estaba seguro era que JungKook estaba planeando algo, y no era algo bueno; era algo que dañaría a toda su familia. Aunque lo niegue, tan solo pensar que llegaran a dañar a su madre le helaba la sangre y le hacía sentir miedo. En cambio, con su hermana, solo sentía pena por ella, puesto que si JungKook tomaba la decisión de secuestrarla, la dejaría ahí al menos un día para que sintiera lo que él sintió. Después, si ella seguía con vida, entonces iría.
Quería que la pareja sintiera lo que él sintió cuando JungKook lo cortaba. Quería que sufrieran.
Y en el fondo de su corazón, esperaba que JungKook los torturara hasta el cansancio.
Él no era así, o tal vez simplemente convivir con una persona igual de loca que él hizo que su otro yo despertara, que su lado con sed de venganza reviviera.
¿Pero qué quería?
¿Matar?
¿Torturar?
¿Quitar cualquier rastro de cordura solo con sus palabras?
¿Secuestrar?
¿Desollar?
¿Degollar?
¿Desmembrar?
No sabía, simplemente quería hacerlos sufrir. Quería hacerlos rogar por piedad.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
