Capitulo 33

1.1K 146 37
                                        

Taehyung no sabía qué hacer; por primera vez en semanas, estaba entrando en una crisis. La voz en su cabeza volvió a hacer acto de presencia, aturdiéndolo de sobremanera.

“Debes matar a la chica, Taehyung.”

“¡No! ¡No le hagas caso, Taehyung! ¡Ella nos ayudó ese día, no debes hacerle nada!”

“Debes hacerme caso a mí, Taehyung. Si no la matas, JungKook se enojará con nosotros y nos dejará.”

“No, Taehyung, ella es buena. JungKook es malo, nos pega.”

“¡No! Él no es malo, él nos quiere, nos cuida de todos, nos ama, nos protege.”

Taehyung negaba y apretaba su cabeza entre sus manos con fuerza, sollozando fuertemente y hecho bolita en el piso. JungKook, quien entró al sótano, lo miró con el entrecejo fruncido, dándole una mirada a la chica encadenada, quien veía al castaño con preocupación.

JungKook dejó las cosas que llevaba en las manos y fue directo a Taehyung, tomándolo debajo de las axilas y sentándose en el suelo con el menor encima.

—Taehyung —lo llamó. El menor estaba luchando internamente y no respondió.

En cambio, lloro con más fuerza, comenzando a moverse como un gusano sobre JungKook, importándole poco que lo estuviera pateando e incluso rasguñando.

—Taehyung —llamé de nuevo, pero fue inútil; Taehyung gritaba, lloraba, hipaba y rasguñaba. Al ver esto, JungKook no tuvo más remedio que darle una cachetada que resonó en todo el lugar. Taehyung reaccionó tomando una bocanada de aire, mirando hacia todos lados totalmente asustado.

—¿D-Dónde estoy? —susurró.

—Precioso, mírame —llamó JungKook. Taehyung lo miró y se lanzó a sus brazos, enrollando sus brazos en el cuello de JungKook—. ¿Recuerdas dónde estás y a qué viniste?

—Ahora sí.

Entonces cayó en cuenta de la chica.

—Tienes que matarla, Tae.

Taehyung negó rápidamente.

—N-No, no puedo, no puedo hacerlo. Ella no debe de estar aquí —lloró despacio. JungKook frunció el ceño al escucharlo decir aquello.

—La conoces —y no fue pregunta, es una afirmación. Su enojo aumentó cuando Taehyung asintió—. ¿De dónde mierda la conoces, Kim? —le pregunto bruscamente, haciendo que Taehyung temblará—. ¡Responde!

—Y-Yo, cuando me diste a comer el corazón humano y me preguntaste qué se hacía con las personas cuerdas, tuve unos recuerdos que habían sido bloqueados en mi cabeza —comenzó a contar—. La madre de ella pensó que yo era un drogadicto porque estaba sentado en la banqueta, pero en realidad estaba ahí porque estaba teniendo un ataque de ansiedad y al mismo tiempo estaba escuchando las voces —le contó. JungKook apretó la mandíbula y trató de levantarse del suelo; Taehyung lo empujó de vuelta a su lugar—. Espera, ella —señaló a la chica—. Trato de calmarme después de que llegó mi mamá. Me regaló una paleta y los dos prometimos que seríamos amigos en un futuro. Pero nunca pensé que la encontraría en este estado —sollozó.

La chica en el suelo lo miró con tristeza; no sabía qué hacía ese niño bonito aquí, pero realmente esperaba que salieran juntos. El niño bonito se veía mal, muy mal. Tenía heridas cicatrizadas en todo su cuerpo, se veía pálido, delgado, se veía apagado, triste y con ojeras.

N-niño bonito, ¿cómo llegaste aquí? —le cuestionó con la voz entrecortada.

JungKook la miró con los ojos inyectados en sangre.

© 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐇𝐄𝐋𝐋 | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora