Capitulo VI

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 Las cuatro paredes de mi habitación, mi mirada hacia el techo y mis malditas emociones confusas me acompañaban en esta gran noche solitaria.
¿Por qué no todo es tan sencillo? ¿Por qué ahora ya no pienso de la misma forma que antes? ¿Por qué siento que mi alrededor con él es más bonito? ¿Por qué Riker me incita a arriesgarme? ¿Él es lo que verdaderamente yo estaba buscando...o mejor dicho, lo que necesito?.

Su risa era algo que amaba,más cuando se echa para atrás mirando hacía arriba a carcajadas; Su pelo, tenía que mover su cabeza constantemente para mantener su flequillo al costado. Había analizado cada parte de él y nunca lograba encontrar algún defecto. A pesar de que aveces me frustre con su estupides y cero interés en las materias, sentía que con él me completaba. Mi otra pieza. Había descubierto que los contrarios no sólo son desiguales, sino que también complementarios; cómo también había descubierto que me había enamorado.

***

Primer día sin Eva, mejor dicho, primer día en el infierno. Caminaba sin acompañante pero era como invisible para todos así que daba igual. Llegué a mi casillero, agarré mis libros, y al cerrarlo lo ví a él acomodando sus cosas en el casillero de al lado, justo mirando al costado para saludarme.

-Hola, mira ya no me extrañarás tanto.-dijo riéndose.

-Espera un segundo, ¿este no era el casillero de Steven?-recordé.

-¿De ese gordo? ah si, lo asusté ayer a la salida porque quería cambiar. En mi casillero anterior, al lado estaba el casillero de Stacey. Por dios, que mujer insportable. También para estar más cerca de tí por supuesto.-me guiñó el ojo.

-Suena más creíble la historia de Stacey.-dije sonriendo.

Sono el timbre y todos empezaron a apurarse a sus clases.

-Ya, tengo que irme a esas mierdas llamadas clases.-dijo y se acercó dandome un beso en la mejilla mientras me agarraba de la cintura con su mano derecha.-Por cierto, que lindos esos jeans.-susurró y bajó su mano a mi trasero.

-¿¡Qué haces?!-Levané mi mano para darle una cachetada pero él la detuvo con su mano, me miró fijo a los ojos, me acercó hacia él. Sabía que estaba por pasar, pero no podía moverme, no quería moverme. Y antes de que pasara un mínimo segundo, juntó nuestros labios en un beso. Naturalmente mis manos subieron atrás de su nuca, mientras sus manos se posaban en mi cintura. No quería que nunca termine. Se sentía hermoso, y podía sentir todo aquello que decían al enamorarse. Allí estabamos los dos, besandonos en el medio de un pasillo vacío de la secundaria.

***

Estuve todo el resto del día pensando en aquello, y cuando al fin llegué a casa, mi mamá estaba tirada en el sillón mirando la televisión mientras comía comida chatarra.

-Hola hija, ¿cómo te ha ido? Yo aquí, con tu hermanita que todavía no quiere salir.-Se miró la panza que ya tenía forma y sonrió.

-¡Mamá me besó! ¡Nos besamos! Estoy tan enamorada.-caí al sofa y se echó a reir.

-Que bien hija, pero ya te dije ten cuidado. Algún día traelo a casa, quiero conocerlo. Podría quedarse a comer con Eva.- y justó me acordé.

-¡Eva!-grité y corrí a buscar el teléfono. Sóno tres veces y luego escuché su voz.

-Mira zorra, ya te dije que estoy en el hospital. Debo recuperarme y mi vida es una mierda. No te imaginas la cara de puta que tiene la enfermera y el doct...

-Riker y yo nos besamos.-la interrumpí.

-¡Qué!-gritó en un chillido.- Por dios, dime que es mentira. ¿Él dio la iniciativa? ¿Dónde fue? ¿Besa bien? ¿Cuánto duro? Dime que te toco el culo. Deja de estar callada mujer, ¡dime algo!.

-Eva, estoy enamorada. Fue hermoso.-y le conté toda la historia sin olvidarme de ningún detalle.

***

Llevaba la bandeja con mi almuerzo mientras buscaba alguna mesa vacía. Eva siempre buscaba la mesa, y yo su almuerzo. Eramos el dúo perfecto cómo la extrañaba. Hundida en mis pensamientos escuché mi nombre y me dí la vuelta, me encontré con Riker levantandome la mano haciendome señas para que me acerque a su mesa, pero esta no estaba vacía. Estaba su amigo o ese hombre de pelo morocho cuando lo ví por primera vez, un rubio teñido, una mujer y otro chico que la abrazaba.

Admito que me daba muchísima verguenza, pero tomé coraje y avanzé.

-Hey, ¿puedo sentarme con ustedes?.-dije tratando de ser social pero sonando completamente tonta.

-Claro, siéntate. Chicos ella es Atenas-dijo Riker y me senté justo al frente de él.

-Yo soy Rocky-dijo el chico morocho.

-Ross, un gusto.-agregó el chico rubio a mi derecha. Y ellos son Rydel y Ratliff-los señaló.

-Podíamos presentarnos solos, no hacía falta Ross.-se molestó Rydel.-Atenas, me encanta tu nombre, espero que seamos buenas amigas.

-Eso espero también-le sonreí. Yo soy su tutora.

-Y mi amiga.-agregó Riker, y me miró fijamente para guiñarme un ojo. Ellos son mis hermanos.

-Ya entiendo el parecido.-me reí.

-Atenas veo que lo tienes loco, nunca para de hablar de tí.-dijo Rocky riéndose pero eso me sonrojó.

-Cierra el culo.-Riker lo pateó por debajo de la mesa pero todos se rieron.


Unexpected [ Riker Lynch ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora