Capítulo XXIX

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Sus manos descontroladas hacía que la piel de mi abdomen ardiera.

Mis manos se encontraban calladas por el poder que ese hombre desconocido imponía sobre sin derecho alguno.

Sus ojos llenos de lujuría y placer; mis ojos llenos de miedo y cobardía.

Cada vez se tiraba sobre de manera más brusca, y solté un grito ahogado.

Una mirada oscura de advertencia, y volvió a agitarme para luego empujarme sin piedad contra el ladrillo de la pared.

-No.-susurré agitada, mientras buscaba el cable para prender la lámpara de mi mesita de luz.

Y había pasado...otra vez.

Las pesadillas parecen no dejarme en paz. Llevé mis manos a mi cabello tirandolo hacia atrás, y observé mi alrededor para asegurarme que estaba todo bien.

Me había acostumbrado a la respiración agitada, y al maldito trauma.

Sin pensarlo demasiado, agarré el celular y al desbloquearlo...allí estaba.

Una sonrisa apareció, y apagué la luz para volver a dormir más tranquila que nunca.

***

Era jueves a la tarde y Riker había insistido en que vaya a su casa después del colegio, y no pude decirle que no. Si al fin de todo yo también quería.

Ambos mirabamos su techo pálido mientras nos recostabamos en su cama y hablabamos cosas sin sentido:

-No puedes comparar a Bruno Mars con Ed Sheeran, todos sabemos que Ed es mil veces mejor.-me defendí.

-Ed Sheeran es demasiado...¿dulce?. Bruno Mars tiene esa pinta que no le importa nada.

-¿Disculpa? ¿Acaso viste las letras de Ed?-dije apoyandome con una mano mirandolo fijo.

-Si, aburridas.-rodó sus ojos, y se rió. Cómo se notaba que quería molestarme.

Lo empujé varias veces para que se cayera de la cama y aunque los intentos costaron, logré que caiga:

-No voy a dejar que te subas.-me reía, pareciamos dos niños.

-Te olvidaste de quién es la cama amor.-desafió con una risa pícara, y tomandose de las sábanas llegó a subirse encima mío antes de que pudiera darme cuenta.

Miró fijamente mis ojos, y luego fue a mi boca.

-Ni te atrevas Lynch.-no podía evitar reírme. Aún asi empezo a acercarse más y más.- ¡Dije no!-mi sonrisa me delataba y juntó nuestros labios en un beso.

Me apegué a él y mientras nos besamos, tome en puños su remera para empujarlo repentinamente al piso otra vez, pero pareció darse cuenta.

-Esta vez no me iré yo sólo.-dijo entre risas, y me tomó de la cintura cayendo los dos al piso estallados en carcajadas.

Unexpected [ Riker Lynch ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora