-Todo esto me tiene muy estresada, demasiado.-admití.
-¿Qué cosa?.-se desorientó Eva mientras agarraba otro maní.
-No dejar que mi autoestima caiga.
-Atenas, si tengo que repetirtelo de nuevo, lo haré.-agarró un almohadón y masticó una y otra vez.
-Lo sé, ya me lo has dicho millones y te agradezco por eso. Pero los insultos no parecen cesar, juro que pensaba que no iba a durar más de cuatro días.
Mi "fama", mejor dicho, nuestra fama (porque esto también incluía a Riker, una relación se compone de a dos, ¿o no?) no ha hecho otra cosa que tirarme abajo. No puedo soportar todas las miradas llenas de odio, los susurros sin disimular y los comentarios de Internet.
-Pero ya han pasado dos semanas.-dijo Eva.- Y hoy tendrás que ir a ese partido conmigo.
-No sé si quiero ir. Tengo miedo.-confesé y mi amiga saltó sin filtro.
-Yo entiendo, entiendo demasiado. En serio. Yo sé que no puedes con los demás y sé las veces que has sufrido en la noche porque todas los comentarios te chocan en lo más débil.-asentí con verguenza dandole la razón, de cierto modo, estaba acostumbrada de aceptar que no era alguien fuerte.- y porque no piensas dejar a Riker.
-Es que se me hace que estoy sola en todo esto.
-¿Y sobre él qué?.-tragó otro maní mientras yo agarraba otro.
-No estuvimos mucho en contacto por el simple hecho de que debe entrenar demasiado, y sus amigos le dan ese apoyo incondicional por ser su primer campeonato importante. Todos en la escuela lo apoyan para que haga su exitosa jugada, viajen a Dallas, ganen el campeonato y deje bien puesto el nombre del colegio. A penas llegué a saludarlo de lejos en el almuerzo algunos días, y me conformé con una sonrisa de él solamente. Mis mensajes recién los contesta a la noche, cuando estoy por irme a dormir.-mi voz se cortó un poco, de verdad lo extrañaba.- Y no quiero ser suficientemente egoísta para pensar sólo en mí, me alegro por él porque sé que disfruta esta "enorme popularidad", pero no puedo dejar de sentirme sola. Y empiezo a pensar otras cosas...
-No lo digas. No digas lo que estoy pensando.-me retó.
-Capaz dejó de amarme.
-¿¡Como te atreves hija de puta?!-gritó en su propia casa con sus propios padres y no pude evitar reír. Siempre lograba hacerme reír en estas situaciones.- Que esté ocupado no significa que no te ame, Atenas. Sólo apoyalo, yo sé que te cuesta en todo este ambiente de locura. Y no sabes cuantas veces te he defendido.-es verdad, siempre aparecían sus comentarios llenos de sarcasmo y odio en la web.- Pero al fin de todo, eres su novia y debes apoyarlo.
-Sabes lo insegura que soy, y me he sentido tan sola últimamente que no pude evitar hacerme la cabeza por esto. A mi me afecta tanto...y él, no sé como lo hace, pero hace como si nada estuviera pasando.
-¿Le dijiste como te sientes?-el tema se iba tornando más serio.
-No, y tampoco quiero hacerlo. Me sentiría tan mal porque no quiero opacarlo en este "brillante momento" para él. Pero, mierda, por dentro no puedo dejar de sentirme así.
-Vaya, sí qué estas mal amiga.-afirmó Eva con lástima.
-No debería estar sola, y entre todos los insultos es imposible no enloquecerme. Son incontables las veces que pensé en ir corriendo a terminar todo con Riker, pero después reflexionaba...
-Nunca te dejaré hacer eso, yo sé que te sientes sola, y seguramente Riker no se dió cuenta por fijarse demasiado en él. Pero son problemas de pareja, ten paciencia y se solucionará rápido.
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Unexpected [ Riker Lynch ]
Fanfiction" Ella nunca quiso el cambio, pero él logro cambiarla. "