Unexpected [ Riker Lynch ]

Capítulo IX

Las gotas caían sobre mi cuerpo y el vapor nublaba mi vista. Vapor, agua y confusión. "Buena ducha" pensé. Sus palabras no paraban de cruzarse por mi cabeza y me golpeaban como nunca.

"No puedes evitarlo"

"Llega a tu vida y hace lo que quiera contigo."

Odio, confusión, amor, pasión, miedo. Sentimientos que no podían entrelazarse de una buena manera. No debo distraerme, debo cumplir con mis responsabilidades, necesito amarlo, debo mantener orgullosa a mi familia, necesito besarlo, necesito acariciarlo, necesito estar con él pero también debo mantener mis estudios. Necesidad y deber. Las dos peores malditas palabras que eran una pesadilla para mí ahora mismo.

Yo creía poder volver a vivir como si él nunca hubiera pasado delante mío, pero tampoco creo poder seguir sin sus llamadas desesperadas, su poca paciencia, su actitud fastidiosa y todo que lo caracterizaba tanto. Lo amaba a Riker y amaba mi deber o al menos eso sentía. Pero ambas cosas nunca pueden acomplejarse en una balanza y ser lo mismo.

Había leído y escuchado sobre esta batalla entre corazón y cerebro, pero nunca creí que fuera tan díficil.

Cerré el agua y salí a vestirme todavía pensando en su voz. Necesitaba desahogarme con alguien y ese alguien era Eva.

"Amiga te necesito más que nunca. En media hora estoy en el hospital." Mensaje enviado. Agarré mi bolso y mi abrigo y salí afuera a tomar un taxi.

***

- Nunca pensé que sería algo tan grave.-dijo con un tono triste.- Pensé que era sobre el colegio por eso cuando llegaste iba a hablarte sobre lo horrible que es la comida aquí.

-Como se nota que odias los hospitales.-dije sonriendo. Extrañaba estar todos los días con ella, siempre me había soportado a pesar de que ella odiaba a todos y todo el mundo. En cierto aspecto, se parecía a Riker. Me entristecí.

-Y a ti se te nota la confusión en tu cara a kilómetros. Amiga, por favor arriésgate alguna vez. ¿Lo amas? ¿Él te ama? ¿Ambos quieren? Entonces...¡¿por qué no intentarlo?!-dijo gritando y haciendo gestos con sus manos, a pesar de que estaba todo el día en una camilla acostada.

-No es tan sencillo, sabes que no soy de tomar riesgos.

-Mira, piensalo así. Respondeme esto, ¿alguna vez has sentido ese cosquilleo o felicidad que sientes cuando Riker te besa? ¿Alguna vez has sentido ese escalofrío cuando Riker te toca o acaricia? Esas pequeñas cosas que te confunden tanto, también te hacen feliz. Y no se va a comparar a ninguna otra felicidad y tú te estas negando a ser feliz por algo que crees que te hace feliz.

-Pero...

-Pero, nada.-me interrumpió.- Y si analizas bien la situación, Riker es un chico lindo (perdoname que diga esto, pero es cierto. Aunque ya sabes todo tuyo).-me reí.- Hablo en serio Atenas, él es lindo y está esperando por tí. Y tú que das y das vueltas porque este tema lo hablamos mil veces, dices que lo necesitas pero te da miedo a alcanzarlo, él un día se cansará y lo verás de la mano con otra. Ahí te vas a arrepentir de lo tonta que fuiste, y no voy a dejar que seas esa tonta. Vive y deja vivir.

-Gracias amiga, no sabes lo que me hacía falta un consejo así. Sos irremplazable.-dije abrazandola.

-De nada, ya ya ya basta de abrazos. Dejalos para Riker.-y me guiñó un ojo.

-Cállate.-le dí un empujón.

-Ubicate porque estas atacando a una discapacitada.- nos reímos.

***

Era de noche, y tenía muchisímas ganas de hablar con él y admito que lo extrañaba. Entré a su perfil de WhatsApp y estaba en línea.

Atenas: Ve a dormir ya es tarde.