Capítulo XXVI

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Siempre creí que cada persona tiene un talento que puede ser raro la mayoría de veces, pero el de Rydel es algo increíble.

Todo lo relacionado con moda le quedará y le saldrá bien, debe estar escrito en la biblia o algo así porque todos los peinados, vestidos, maquillajes y esas cosas femeninas le combinaban a la perfección.

-Este color te quedará precioso, ya verás.-dijo mientras sacaba un esmalte verde menta de una de sus cajas repletas de accesorios para uñas.

-¿Qué me vas a hacer?.-pregunté mientras ella agarraba mi mano y empezaba a esparcir todo el color sobre mis uñas, una por una.

-Apenas estoy colocando el color base, ten paciencia.-se veía muy concentrada, yo solo rodeé los ojos. Nunca supe mucho sobre todo esto.

Después de que haya terminado, fue imposible no darle la razón. Dibujó unas flores que quedaron preciosas, no se como lo hizo ya que mis uñas son chicas. Pero quede fascinada.

-Te aplaudiría pero no puedo.-dije mirando otra vez más mis dedos.

-¡No lo hagas! Espera que se sequen por favor.-sólo reí ante su reacción desesperada.

Desbloqueé el celular con muchísimo cuidado y me fijé en la hora, ya era tarde. Debía irme, no quiero que mi madre vuelva a preocuparse.

Llevé la vista hacia la ventana y ya estaba oscureciendo.

-Rydel, espero a que esto seque y me voy. Ya esta oscureciendo.-señalé la ventana.

-Claro, no te preocupes. Total nos vemos el lunes en la escuela.-me sonrió positiva.

-Sólo tengo que esperar a que esto seque...

-No te preocupes, ya vengo.-dijo parándose de la silla, y yendo en dirección al baño. Luego de un minuto salió con un aerosol pequeño, me limité a mirarla confundida.

-Separa tus manos del cuerpo, y extiende bien los dedos.-le sacó la tapita, y le hice caso sin opción.

Roceó mis dedos con ese aerosol y la miré como si eso era todo.

-Ya está, ya se secó.-me sonrió sin dientes y al tocar ya estaba seco, era verdad.

-¿Qué era eso?-seguía confundida.

-Es para secado rápido, ya guarda las cosas y te acompaño a la puerta.

Tomé mi cartera y mi celular, y abrí la puerta de su cuarto mientras ella dejaba todo en su lugar.

Me quedé en el marco de la pared al encontrarme con las grandes letras azules que formaban la palabra "Riker" en frente. Me cuestionaba si estaba ahí adentro, que estará haciendo, si escribirá canciones, si pensará en mí, si estará con ella, muy imposible si estará estudiando o tan si sólo estará ahí, presente.

Sentí un leve empujón en mi espalda que me sobresaltó y me di cuenta que era mi amiga:

-Vamos, ¿qué esperás?-dijo riéndose ante mi reacción sorprendida. Sólo me encaminé escalones abajo.

Despedí a Rydel con un beso en la mejilla y cruzé el jardín delantero dirigiéndome a mi casa.

Había muy pocas personas en la calle, y ya estaba oscuro. Debo admitir que algo de miedo me causaba, miraba a todos lados para prevenirme y aumentaba la velocidad de mis pisadas pero mis piernas no eran lo suficientemente largas.

El crujido de las hojas secas debajo de mis pasos me acompañaban camino a casa. Las casas no emitían ruido, y me sentía mas solitaria que nunca. Algunos postes de luz ya se habían prendido y con mucha suerte algún auto pasaba por mi lado. Capaz había algún local abierto, pero la mayoría estaban cerrados.

Unexpected [ Riker Lynch ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora