Capitulo XV

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-Mejoraste bastante desde la ùltima vez. Como tu tutora profesional debo felicitarte.-dije con un tono egocéntrico bromeando.

-No te creas la gran cosa.-dijo alejándose de los libros matemáticos y tirándose en el respaldo de su silla.

Di un vistazo general a su habitación con atención. Su cuarto era como si fuera él representado en un lugar. Su bajo que siempre estaba en el mismo lugar y se podía ver como era totalmente cuidado. Su instrumento y su larga fila de CDs eran la única cosa ordenada allí. Su cama era un desastre, basura hecha bollitos en el piso, algunas páginas de borradores con letras de canciones y tachones encima. Y sus llamativos y gigantes posters con algunas puntas despegadas en aquella pared azulada.

Mi análisis de su cuarto fue interrumpido por un estilo de gruñido que vino de Riker. Él solo se toco el abdomen y comenzó a reír.

-¿Así de fuerte suena tu estómago?-dije uniéndome a su risa.

-Cuando tengo hambre, sí. ¿Podemos ir a comer algo?-me rogaba con la mirada.

-¿Y si realizamos una página mas y vamos?

-Por favor.

-Ya, tú ganas.

Agarré el abrigo que siempre llevaba a todos lados y mi bolso deportivo. Riker agarró las llaves de su auto, dinero y algunas cosas más.

-¿Siempre tienes la costumbre de no decir a dónde iremos?-pregunté.

-Contigo a veces.

Se negaba a decirme a donde estábamos yendo y la intriga me comía viva.

-Dime.-parecía una nena caprichosa.

-Mc Donals. Extraño comer esa comida, es como mi segundo hogar.-puso una cara de placer a propósito y solté una risita.

Estacionó y nos adentramos al lugar. Nos colocamos en la fila como debíamos y Riker me preguntó sobre mi futura hermanita y así que llegamos a pedir bastante rápido.

-Bien...-Riker miraba el menú de la pared con un dedo sobre sus labios pensando.- ¿Cuál es la más grande?

-Hace poco sacamos la Premium Mc. Tiene 5 hamburgesas, lechuga, tomate, cheddar, una salsa especial, cebolla, pepino y un poco de pollo.-contestó la cajera de mala manera.

-Genial. Deme dos de esas.-tenia una sonrisa picara en su rostro.

-¿Te comerás dos? No pensé que tendrías tanta hambre.-dije riéndo.

-Una para mí y otra para ti.-mi rostro paso a ser totalmente serio, y él solo se reía.

-No puedo comer todo eso.-no me causaba gracia.

-Claro que podrás.

Pasamos a otra fila esperando nuestro enorme pedido que aún no sabia cómo iba a comer.

-Es demasiado Riker, en serio.

-Yo la pago si quieres.-se me escapó una risita, no podía ser tan ingenuo.

-No es eso tarado, de verdad no llegaré ni a la mitad.

-Que lástima porque perderás.

-¿Perder qué?-estaba demasiado confundida.

-Competiremos.-Riker quería reír y yo solo creía que esto era lo que faltaba.- El primero que termine de comerla entera gana. Hagamoslo más divertido si yo gano no nos juntaremos la próxima clase...

-Pero si yo gano te dejaré tarea extra.-agregué y me miró competitivo. Estrechamos las manos orgullosamente. Sabía que iba a perder al instante pero algo de seguridad tenía.

Buscamos una mesa bastante alejada y nos sentamos enfrentados. Dejamos cada hamburgesa en frente nuestro cerrada en su respectiva caja. La situación era bastante graciosa.

-¿Estas lista?- se veía muy concentrado y no podía evitar reír. Asentí con la cabeza.- A la cuenta de tres vamos.

-Uno, dos...-contamos al mismo tiempo mientras nos mirábamos fijo sonriendo.- ¡Tres!

Ambos nos abalanzamos a nuestras cajas y las abrimos con rapidez. Riker fue mas rápido, agarro su hamburgesa y empezó a devorarla como si fuera un animal. Yo apenas podía llegar a morder porque la manera en la que Riker comía me sacaba carcajadas. Masticaba como una bestia, y estaba totalmente concentrado. Cada tanto paraba para reírse y los condimentos salían de su comida. Sonaba asqueroso pero de verdad era divertido. Veía como tenía comida en la boca y aún intentaba comer más.

-¿¡Acaso no ves que ya no te entra más en la boca?!.-me encontraba tirada hacia atrás riéndome como loca mientras todos nos miraban.

-No me importa.-dijo con dificultad por la boca llena.

Termino los cinco pisos en segundos y suspiró de alivio para luego agarrar su coca. Él también estaba riéndose.

-Fue una dura batalla.

-Eres un salvaje Riker.-aun no paraba de reír.

-Sabes que valió la pena ganar.

-Al menos yo no vomitare después.

-Las matemáticas me hacen vomitar así que da igual.

-Exagerado.-dije mientras encontraba la manera de terminar esta cosa enorme.

Al final ni había podido terminarla y Riker quiso terminarla. No sabía de dónde sacaba lugar y ganas para seguir comiendo. Salimos del lugar para que volvamos a su hogar.

-Nunca más vuelvo a comer contigo, me duele todo el estómago.-me queje.

-Fue divertido, eso importa.

Nuestras manos rozaron y me estremecí ante su caricia. Nos miramos y baje mi mirada acomodándome el cabello como excusa. Una excusa bastante ridícula siendo sincera.

***

Cruzé la puerta de mi casa abriendo la cerradura y dejé mis cosas en el primer mueble que ví. Saludé a mi madre que estaba tirada en el sillón pintándose las uñas mientras hablaba con una amiga de ella sobre justamente, embarazos. No quería escuchar su conversación así que me dirigí al baño de arriba y tomé una ducha.

Como solía hacer siempre, empecé a reflexionar. A preguntarme por qué Riker no estaba enojado o siquiera ofendido conmigo. Lo había tratado bastante mal, pero veo que seguir así no es tan mala opción. Va todo controlado y eso es bueno.

Me recosté en mi cama con un libro mientras pensaba únicamente en él.

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Holaaaa, ¿como están?

Aquí esta un nuevo capitulo y se que es corto así que perdónenme por eso. También se que la novela viene igual y tengan paciencia que ya las cosas van a ponerse todavía mejor.

Gracias a las que leen, comentan y votan

Atenas y Riker en multimedia.

-rikerthebest

Unexpected [ Riker Lynch ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora