Unexpected [ Riker Lynch ]

Capitulo XXXI

Me desperté sobresaltada por otra de las pesadillas que cada vez eran más cortas y tenían menos claridad, pero el sentimiento de ahogo y desesperación latía en mí como si se repitiera ese momento una y otra vez. El pequeño salto de mi cuerpo hizo que mi hombro choque con la mesita de luz y esta se moviera causando un gran ruido.

Y como siempre, me senté, inhalé y exhalé treinta veces pero seguía siendo imposible intentar calmarme y  controlar mi respiración.

La puerta se abrió pero me dí cuenta por el chillido de la puerta ya que la oscuridad no ayudaba mucho a mi vista.

-Hija, ¿estás bien?-mi madre rompió el silencio de la noche y se sentó a mi lado.

-Sí, supongo. Fueron otras de mis pesadillas y cuando desperté, me golpeé. -y luego me acordé.- Mamá,pásame el celular.

Sentí que algo se apoyaba en mi mano y me pregunté por qué todavia no habíamos prendido la luz. Ignorando eso, desbloqueé el celular y estaba ese mensaje que era el único que lograba tranquilizarme en las noches.

Lo leí una y mil veces mientras ese pánico desaparecia poco a poco en mi interior.

***

Atenas: Necesito tu ayuda.

Riker: ¿Justo ahora? Estoy mirando todas las películas de Los Piratas del Caribe.

Atenas: Riker...

Riker: Bueno ya, ¿qué necesitas?

Atenas: Ven a mi casa, y trae ropa que puedas manchar.

Riker: ¿Vas a matarme?

Atenas: Me haces reír, tonto. Tan sólo ven.

Riker: Sigo sin entender para que me necesitas.

Atenas: ¿Puedes simplemente venir, por favor?

Riker: En cinco minutos salgo, pero que conste que apenas llego te como a besos.

Atenas: Te espero entonces :)

-Creo que prefería la opción de mi muerte.-dijo Riker mirando la pared blanca y los potes de pintura rosa.

-Por favor, además ya estás aquí.-dije riendome.

-Ya veo porque no querías decirme que ibamos a pintar la habitación de tu hermana.-se rió conmigo mirando su brocha.

-Aún asi ibas a venir, ¿verdad?.

-Si, obviamente.¡Amo pintar paredes!-gritó sarcastico y yo solté una carcajada.

-Bien, hagamos así.-ahora yo lo señalé con mi pincel enorme.- Tú me ayudas a pintar estas cuatro paredes de ese máldito color y luego, vemos todas las películas de Los Piratas Del Caribe en tu casa, ¿te parece?.