Cuando estaba oscureciendo, Katherine vino a verme.
-Tengo noticias nuevas del caso de mi abuela -dijo y yo sonreí alegre. Eso significaba que estaban más cerca de la verdad.
-Cuéntame -ordené dando suaves golpes en mi camilla para que se sentase.
-La agente Clarck ha descubierto cosas nuevas y algo sobre tus padres - la miré con cierta esperanza, pero no podía hacer nada estando aquí.
-Tengo que salir de aquí, como sea -susurré.
-Primero cúrate y luego ya saldrás. Ya te iré informando, pero creo que han encontrado lo que mi abuela quería darte, es una carta.
Me ha dicho Clarck que te la dará ella en mano -confesó.
-¿Cuándo me la dará? -pregunté impaciente.
-Mañana -sonrió- ahora quiero que me presentes a tu compañera
-Manuela, Katherine -las presenté.
-Encantada -dijo Manuela- ¿De qué hablábais? -preguntó.
-Historia larga, luego te cuento -le dije.
-Me ha dicho Daniel que viene esta noche a quedarse contigo, y me preguntaría si me puedo quedar en tu casa a dormir aunque sea- preguntó Katherine tímida.
-Claro que puedes quedarte -dije cogiéndole la mano.
-Bueno pues cojo mis cosas y me instalo en tu casa.
Buenas noches Ángela -dijo dándome un beso en la cabeza
Adiós Manuela -se despidió y cerró la puerta.
-Luego te cuento lo mío, quiero saber el por qué estás aquí -dije mirando a Manuela fijamente a los ojos.
-Está bien -suspiró.
