CAPÍTULO 25

1.6K 128 3
                                    

Estaba tan metido en mis pensamientos, qué casi me paso mi casa de largo.
Saqué la llave del bolsillo y la metí en la cerradura; logrando abrir la puerta.
-¿Dónde te habías metido? Necesito salir de esta puta casa -dijo mi querido gemelo, gritándome.
-En el hospital -dije frío, saliendo al jardín.
-¿Qué hacías ahí? -dijo Jesús más tranquilo, siguiéndome.
-No te importa - dije sacando un cigarrillo de su paquete y poniéndomelo en la boca.
- Vamos Dani, cuéntamelo, no puedes seguir estando enfadado -dijo en tono de súplica.
-Está bien -resoplé- ¿Te acuerdas de mi amiga? ¿Ésa que insultaste un día llendo borracho? -Él asintió con un poco de miedo- Bien, pues está en el hospital ingresada por anorexia y bulimia -dije prendiéndole fuego a mi cigarro en la comisura de mis labios.
Él se quedó callado, sorprendido ante mis palabras.
-Lo siento - musitó
Yo no dije palabra y inhalé el humo de mi cigarro.
-De verdad que lo siento, Daniel, en ese momento no sabía lo que decía -repitió mi hermano.
-Cuándo me cogiste del cuello, ¿tampoco sabías lo que hacías? -pregunté con tranquilidad.
-¿Cómo? -preguntó con incredulidad. Al parecer, de eso no se acordaba.
-Me cogiste del cuello, en tu habitación, cúando intentaba acostarte. Y entró nuestro padre -dije frío mirando hacia la calle, vacía.
-No sabía lo que hacía -dijo sincero, cogiendome por el hombro, obligándome a mirarlo a los ojos.
Inhalé por última vez, el cigarro y lo tiré al suelo.
-Yo esta noche me voy al hospital -informé a Jesús.
-Voy contigo -me dijo, a lo que yo asentí.

SOLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora