Capítulo 42 Confía

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Castiel POV

No pude dormir en toda la noche, no mientras supiera que Millhi estaba en la habitación del fondo, no puedo creer que me haya apartado de esa manera, me molesto demasiado que estuve a punto de gritarle, en vez de eso solo asentí de la forma más compresiva que podía. No me entra en la cabeza que Matthew Rochester sea el padre de Millhi, por un momento pensé que se había equivocado pero había tanta seguridad en su voz que me hizo pensar que estaba diciendo la verdad.

Ahora lo único que quiero es que ella vuelva a ser mi Millhi, odio verla así, detesto que me haya rechazado de esa forma, quiero estar ahí para ella como ella siempre lo ha estado para mí pero si ni siquiera me deja estar cerca suyo, como hare para darle fuerza y decirle "estoy aquí para ti" y que pudiera llorar si fuera necesario. Espero que al volver al internado todo vuelva a ser como antes.

-Buenos días –antes de bajar al comedor intente abrir la puerta de Millhi pero tenía seguro, no iba a salir de ese cuarto eso estaba seguro.

-Buenos días –respondió mi madre poniendo los platos en la mesa -¿Y Millhi?

-Se siente mal, prefirió quedarse en el cuarto, se disculpa por no venir a saludar –Eso es lo que hubiera dicho ella en el caso que fuera verdad.

-Oh pobre, ¿qué tiene? –Mi madre parecía realmente preocupada.

-Le duele el estómago –Sonó tan real que me sorprendí a mí mismo, seguía siendo bueno mintiendo, bueno con todos menos con Millhi de alguna manera sabe cuándo digo la verdad y cuando no.

-Pero es malo que no coma nada –Mi padre también parecía preocupado, sabía que Millhi podía ganarse el amor hasta de alguien tan frío como él.

-Después de desayunar pensaba llevarle algo

-Que bueno que hice sopa de pollo, le ayudara, también llévale un jugo que tengo en la nevera alivia cualquier malestar –asentí y comí lo más rápido que pude para poder llevarle el desayuno, necesito verla, saber que por lo menos sigue en sus cincos sentidos antes de que me vuelva loco. Le di tres golpes a la puerta pero no respondió.

-Millhi, soy yo, Castiel –Me hubiera gustado decirle "Abre esa maldita puerta antes de que la derribe" pero como lo hice anoche me contuve y espere que abriera. Unos dos minutos después se dignó abrir –Te traje el desayuno –Entre y coloque la bandeja sobre la pequeña mesa junto a la cama.

-Me estaba vistiendo –Llevaba puesto unos shorts y una camisa de tirantes y como siempre realmente hermosa, a veces pienso que lo hace de a propósito para provocarme pero su ingenuidad hacer ver que no es así.

-Ya veo, ¿Quieres hablar? –Negó con la cabeza y su mirada seguía en el piso en ningún momento me ha mirado desde que entre en la habitación. Se acercó a la mesa de noche y empezó a comer su desayuno sin decir nada y está acabando con mi paciencia –Millhi no puedes seguir con esto

-Tú no entiendes

-Mis dos padres están muertos, de verdad crees que no entiendo –La rabia en mi voz hizo que por fin levantara su cabeza para mirarme –Ya deberías saber que si hay alguien que pueda entenderte ese soy yo –Suspire agotado- Quiero estar ahí para ti Millhi, ¿por qué no me dejas hacerlo?

-Lo siento –sus palabras fueron casi inexistentes pero alcance a escucharlas –Pero no puedo, solo quiero estar sola

-La última vez que quise alejarme los dos salimos heridos, no quiero que vuelva a pasar

-Lo siento

-No quiero que pidas más disculpas, ¿Quieres terminar conmigo? –Por favor no quiero oír un "sí" de su boca, después de conocerla, no me imagino una vida sin ella.

Cayendo en tu red (Castiel CDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora