Capítulo 25 Imán de problemas

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Millhi POV

-¿En serio era necesario hacer esto? –Pregunté mirando mal a mis dos mejores amigas.

-Sí, no quiero que después cambies de opinión y decidas no contarnos como fue tu noche con Castiel–Respondió Rosalya sin descaro alguno.

-Primero que nada, hicimos un trato, así que, lo cumpliré justo como acordamos y en segundo lugar creo que esto, bien, podría considerarse secuestro

-¿Según quién? –Me pregunta Mirajane.

-Según todos los programas policiales que existen

-Creo que ves mucha televisión, Millhi. -Me encogí de hombros porque eso era completamente cierto.

-De cualquier manera, eso no implica que puedan hacer esto. -Tironee un poco de las cuerdas que mantenían mis manos atadas detrás de la silla de mi escritorio. -Por cierto, ¿dónde conseguiste las cuerdas, Rosa?

-Digamos que a Leigh y a mi nos gusta probar cosas nuevas durante el sexo.

-Por favor dime que estas cuerdas no las usaste aún. -Rosa se rio de mi expresión horrorizada.

-No, las acabo de comprar hace poco, así que no hemos tenido la oportunidad de usarlas -Suspire aliviada, aunque la idea de usar cuerdas se quedó en un rinconcito de mi mente.

Podría atar a Castiel o él podría atarme a mí.

Oh, Dios, tal vez era una pervertida y no lo sabía hasta ahora.

-Terminemos de una vez con esto -Dije, sintiendo que mis brazos ya estaban un poco acalambrados. -¿Qué quieres saber?

-Absolutamente todo

Y así estuve unos diez minutos contando como había sido mi noche con Castiel. Intenté mantener tantos detalles como pude en secreto, pero aun así fue difícil con ambas bombardeándome con un montón de preguntas.

-Joder, creo que me pude haber puesto un poco caliente con tu relato. -Me dijo Rosa a lo que yo negué divertida. -Me alegro de que lo hayas pasado bien

-Más que bien. -Contesté, haciéndolas reír a ambas. -Ahora, ¿podrían desatarme por favor?

Mirajane y Rosalya me desataron y por fin pude levantarme de esa estúpida silla y mover mis brazos. En serio los tenía acalambrados.

Alguien llamó a la puerta mientras seguía masajeando mis muñecas, Rosa había dejado las cuerdas un poco, demasiado, apretadas. Mirajane fue a abrir y a las tres nos sorprendió ver a Emily, la hermana de Castiel, parada en el umbral.

-Hola ¿puedo pasar? -Preguntó ella y las tres dijimos inmediatamente que sí. Emily entró en nuestra habitación y Mirajane cerró la puerta detrás de ella.

-¿Qué te trae por aquí? -Pregunté, realmente, sorprendida por su visita.

-Yo solo...solo quería agradecerte por haber detenido a Castiel la noche del baile y también por hacer que se disculpara conmigo por lo que dijo

-No tienes que agradecer nada, Emily. Además, Castiel se disculpó contigo porque en serio se sentía mal por lo que pasó esa noche, yo no tuve nada que ver en eso. -No del todo, por lo menos.

Emily me sonrió agradecida, creo que eso último era lo que ella realmente quería oír.

-¿Te gustaría quedarte y charlar un rato? -Los ojos de Emily se iluminaron y asintió enseguida.

No había pensado mucho en cómo le iba a Emily con todo el cambio de ciudad e instituto, más después de todo lo que tuvo que pasar, pero ahora que lo pensaba no la había visto pasar tiempo con alguien más que no sea Nathaniel o Castiel. A lo mejor no ha sido fácil para ella hacer amigos.

Cayendo en tu red (Castiel CDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora