Capítulo 30 Una semana

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Por fin había llegado a la habitación de mi novio y para mi suerte nadie me había visto, toque tres veces la puerta y de inmediato Castiel me abrió y para agregar aparte de que siempre esta asquerosamente guapo ahora estaba solo en bóxer y vaya que si apreciaba la vista

-Por más veces que me has visto desnudo y aun sigues poniendo esa cara –dijo con una sonrisa traviesa-  

-No estaba mirando nada –dije firmemente aunque él no quitara esa sonrisa que me hacía sonreír también-

-Lo que tú digas bebé- se hizo a un lado para dejarme pasar y así lo hice, aunque ya había estado antes aquí debido a las razones anteriores no pude apreciar bien como era, el cuarto era de color rojo con negro muy grande al igual que todos los del internado había tres ventanas y un pequeño balcón con una vista muy buena o eso creía, la cama de Castiel se encontraba contra la pared y se podía ver desde la puerta mientras que la de Lys estaba al frente de esta había algunos afiches de bandas que tanto le encantaban a Castiel y asumo que también a Lysandro y como no también había un equipo de sonido muy moderno además de que estaba muy ordenado-

-Muy lindo cuarto -dije y me senté en la cama de Castiel era muy cómoda inclusive más que mi hermosa cama posesiva-

-Gracias –me observo con una cara de intriga aunque no entendía exactamente lo que estaba pensando- ¿no trajiste pijama?

-Oh, mierda se me olvido –estaba tan distraída con las chicas que se me olvido ese detalle- no pienso volver no creo que tenga tanta suerte como la tuve ahorita

-Pues entonces usa una de mis camisas –volvió a poner esa sonrisa coqueta- te verías realmente sexy solo con una camisa

-No cambias –rodee los ojos y me puse a buscar una camisa entre toda su ropa algo que pudiera usar como pijama y que él no utilizara mucho –creo que usare esta –dije cogiendo una camisa blanca de botones estoy segura que nunca la usa-

-Está bien –dijo un poco sorprendido al ver mi elección-

-Qué –vi que me miraba muy detenidamente-

-No vas a cambiarte –pregunto manteniendo esa sonrisa-

-Primero voltéate –por más que ya hubiéramos hecho el amor muchas veces, aun me ponía incomoda que me viera desnuda-

-No puedes pedirle a un hombre que haga eso y más si su novia es tan hermosa –no pude evitar reír ante la cara que puso, sin decir nada más me empecé a cambiar y el observaba con detenimiento mi cuerpo haciéndome poner más nerviosa, intente hacerlo lo más rápido posible y por fin tenía la camisa de Castiel puesta era muy cómoda y me gustaba me pregunto si me la puedo quedar-

-Si quieres te la puedes quedar –dijo respondiendo a mi pregunta no formulada-

-Gracias –dije muy feliz otra cosa de Castiel que podía atesorar-

-Además para lo que tengo planeado hacer no necesitas la camisa –dijo con un tono pícaro y ya sabía para donde se dirigía esto y no me iba a negar para nada- te hare gritar de placer preciosa

***

-Castiel aún sigues despierto –debía ser alrededor de la medianoche pero no tenía sueño, después de la noche tan apasionada que habíamos tenido quería hablar un rato con él-

-Claro quien creía que te acariciaba el brazo –reí-

-De verdad no nos vamos a poder ver mucho –dije haciendo un puchero aunque él no me viese-

-Lo siento bebé que más quisiera que pasar todo el tiempo contigo pero no se puede –sonaba un poco triste al parecer no era la única que no le gustaba el no poder pasar más tiempo juntos- apenas pase el partido te prometo que te llevare a donde tú quieras

Cayendo en tu red (Castiel CDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora