La semana había acabado demasiado rápido y pensé que el dolor se quitaría pero no seguía ahí como desde el primer momento y para colmo de males me había bajado ahora estaba más sensible que nunca justo en este momento tenía que estar en mis días, no tenía ganas de nada y no quería nada solo quería hacerme bolita y desaparecer, pero bueno eso no sería posible. Me dirigí a la última clase del hermoso no tan hermoso día viernes la cual no compartía con ninguno de mis amigos solo con la odiosa de Ámber
Dios, Ala, Buda, Obama quien sea no puede hacer que este día sea menos duro
Llegue a la clase y alguno de ellos me contesto porque justo en el asiento donde debería de estar Ámber no estaba
Gracias, gracias de todo corazón
El profesor llego justo al instante en que me senté en mi puesto y empezó hablar de la muy conocida revolución Rusa creo que preste mitad de la atención en el profesor y la otra mitad pensando en la razón de por qué Ámber había faltado, tantas cosas pasaban por mi cabeza desde una gripe hasta una piedra cayendo sobre su cabeza bueno lo pensaba porque estaba preocupada
A quien engañas sabemos perfectamente que nunca nos preocuparíamos por ella suena cruel pero es la verdad además cualquier cosa que le pase es porque bien merecido se lo tiene
Bueno en eso tenía razón es una bruja que no sabe lo que significa ser amable eso lo tengo bien claro, sin darme cuenta ya había acabado la clase y solo quedaba yo ¿Cuándo habían salido todos? De verdad que estaba bien metida en mis pensamientos aun así me levante de lo más natural pero antes de pasar a través de la puerta que indicaba mi libertad para irme a mi cuarto y dormir hasta la tarde del otro día el profesor me llamó y como muy educada que soy puse mi mejor sonrisa esperando a que me digiera que necesitaba
-La señorita Ámber no se ha presentado hoy
-No enserio dígame algo que no sepa -lo dije sin pensar estaba cansada así que solo dije lo que paso por mi cabeza- Digo... si qué raro, debe de estar enferma
-Si eso fue lo que informo -dijo con el ceño fruncido debido a mi comentario pero haciendo como si no hubiese dicho nada- Hágame el favor de llevarle la tarea de hoy no quiero que ninguno se atrase
Ay Dios por qué es que esto me pasa a mi tener que ir a ver a Ámber no me era de mi agrado, no, corrijo era un castigo quien se la aguantaba ahora enferma por ahí chorreando mocos por todas partes y me toca llevarle la tarea que divertido
-Está bien -dije de mala gana pero recibiendo la tarea y dirigiéndome a su cuarto, bueno por lo menos se cuál es su habitación ya que accidentalmente una nota que se suponía que era para Castiel termine recibiéndola yo, claro no le iba dar la nota al que en ese momento era mi novio, Ámber debería estar muy desesperada para enviarle el número de su habitación y un mensaje muy poco apropiado como es que era, si no recuerdo mal decía algo como te haré sentir como nunca nadie lo ha hecho o te hare una mamada que nunca olvidaras algo por el estilo, la primera vez que lo leí me partí de la risa al igual que Rosa y Mira que en ese momento se encontraban conmigo como muy educada que soy no le iba a decir nada a esa perra por más que se lo mereciese aunque en ese tiempo pensaba que si Castiel le hubiese llegado me lo diría y se reiría conmigo pero ahora talvez hubiera aceptado la descarada invitación de Ámber y eso me duele demasiado. Decidí tomar las escaleras ya que me encontraba en el tercer piso y el cuarto de Ámber quedaba en el cuarto piso cuando llegue busque la habitación 410 que se encontraba al final del pasillo, me pare frente a la puerta pensando si era mejor golpear o entrar ya que al puerta se encontraba abierta o eso indicaba el monitor ya que estaba de color verde evaluando las dos opciones lo normal sería golpear pero si se encontraba enferma no creo que se pare abrirme y más si sabe que soy yo así que despreocupadamente tome la manija y abrí la puerta y... oh Dios tal vez hubiese sido mejor golpear o que Ámber estuviera tendida en la cama chorreando mocos por todas partes cualquiera de esas opciones era mejor de lo que estaba viendo en este momento, debí de haber aprendido con lo de Lys y Emily cuando por estar de cotilla descubrí algo que nunca debí haber descubierto aunque todo este arreglado me pregunto por qué siempre termino escogiendo la peor decisión.
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Cayendo en tu red (Castiel CDM)
أدب الهواةNo sabía que las cosas podían cambiar en un instante. Que mis pensamientos fueran tan maleables según crecía y que no fuera posible controlar mis sentimientos. Imaginaba que de ser de esa manera, el amor sería más sencillo, ya que podría escoger a q...