Capítulo 3 Dos boletas

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Antes de que mi mente se diera cuenta de lo que mi cuerpo estaba haciendo ya me encontraba inclinándome para poder acercarme a él y unir sus labios con los míos, sin embargo en ese momento...

-No me imagine que serías la clase de chica que se aprovecha de los indefensos –Castiel abrió uno de sus ojos mientras una sonrisa burlona se extendía por su rostro. Sentí de inmediato como mis mejillas se sonrojaban.

-Por favor dime que no has estado despierto todo este tiempo –Castiel tenía ahora los dos ojos abiertos y esa estúpida sonrisita seguía estampada en su estúpido rostro.

-Sí estaba despierto preguntándome que sería lo que harías ¿Ibas a besarme Millhi? –Castiel despegó su espalda del tronco haciendo que estuviera mucho más cerca. Yo me aparte unos centímetros por inercia, sin embargo ambos seguíamos sin levantarnos del suelo.

-C-Claro que no, idiota –Contesté entre balbuceos porque el hecho de que me haya encontrado in fraganti me puso demasiado nerviosa.

Por otro lado a Castiel parecía que todo esto le divertía y eso solo hizo que me enfadara aún más. Molesta con él me levante dispuesta para irme, pero en un rápido reflejo Castiel se encontraba de pie, su mano agarra mi brazo y me halo contra él, su otra mano se posición en mi espalda, su cabello hacia cosquillas en mi rostro y podía sentir su aliento cerca de mi oreja.

-No me hubiera molestado para nada –Sus palabras me hacen cosquillas, pero antes de poder asimilar lo que decía él ya se estaba alejando de mí, su sonrisa seguía igual, pero ahora había algo más en sus ojos. Me miraba con...intensidad.

-Eres un idiota Castiel. Déjate de bromas tontas –Le contesté sintiéndome herida porque estuviera jugando de esa manera conmigo, antes de que pudiera decir algo ya me encontraba alejándome de Castiel.

Y por suerte o no. Él no me siguió.

Castiel POV

Observe como Millhi se iba, quería seguirla pero sabía que no debía de haberle dicho eso a ella y mucho menos pensar que ese ve linda cuando se enoja. Tenía novia, una a la que quería y tenía que alejar esos pensamientos de Millhi de mi mente.

Mi celular comienza a sonar, y al sacar mi teléfono del bolsillo, veo el nombre de Debrah en mi pantalla. Por alguna razón esa alegría que había sentido al estar con Millhi, desapareció y ahora no tenía muchas ganas de hablar con ella, pese a eso, aun así le contesté.

-Hola Debrah –El desánimo se filtró sin poder evitarlo.

-Hola, gatito-La voz de Debrah sonó alta y clara a través del interfono -¿Esta bien? Suenas raro

-Sí, no pasa nada, me alegra que hayas llamado. Te extrañaba

-Yo también te extrañaba gatito, me siento sola sin ti –Escuche una voz femenina, algo apurada sonando al otro lado de la línea –Quería seguir hablando contigo pero me necesitan urgente gatito. Hablamos luego. Te quiero.

-Vale, también te quiero –Debrah corto la llamada y yo suspire resignado.

Ella se había idos hace unos meses para grabar un disco y estaba feliz por ella porque sabía que tenía mucho talento y era una gran oportunidad para ella, sin embargo eso de la distancia no me gustaba para nada. Por otra parte desde que Debrah se fue, mi relación con Millhi había mejorado, y ahora por lo menos no nos hablábamos solo para fastidiarnos, y he de admitir que ese aspecto me gustaba bastante.

Millhi POV

Después de otro desafortunado encuentro con Castiel, Rosa llegó y comimos mientras charlábamos un rato, luego ella se fue a la habitación y yo decidí pasear por el internado a ver si había algo con lo que podía entretenerme, sin embargo no encontré nada interesante y decidí volver a mi habitación para pasar un rato más con Rosa.

-Hola Rosa –dije apenas entre en nuestro cuarto. Me tire en mi cama y observe a Rosa que se encontraba en su cama con su celular en mano. Apostaba bastante a que estaba enviándose mensajes con su novio, Leigh, quién ahora sabía era hermano de Lysandro, que por su parte resultaba ser el chico peliblanco, mejor amigo de Castiel.

-Hola Millhi –Dijo Rosa saludándome sin despegar su mirada del celular -¿Tienes planes para mañana?

Los fines de semana los alumnos del Sweet Amoris podían salir del internado y podían pasear por la ciudad, sin embargo por norma para los alumnos que sean menores de edad y quisieran viajar tendrían que tener una autorización firmada por sus padres.

-No hare nada ¿Por qué preguntas?

-Mañana ya que es sábado voy a ir a la casa de Leigh y se me había olvidado que me habían regalado dos boletas para una película –Rosa se levanta de su cama y se acerca a mí con ambas boletas en la mano-No me gustaría que se desperdicien así que pensaba que podías ir e invitar alguien. Podrías preguntarle a Castiel

-Me niego hacer eso –Rosa me deja las boletas frente a mí en la cama y comienza a reírse. Ella ya sabía que sentí algo por Castiel, y por eso no perdía oportunidad para molestarme. Aunque sabía que también lo decía en serio.

-Está bien, haz lo que quieras, pero que no digas que no te lo sugerí

-Gracias Rosa- Le dije al tiempo en que tomaba las boletas y salía de mi habitación. Decidí preguntarle a Nathaniel si quería acompañarme, después de todo éramos buenos amigos, así que tal vez aceptara.

Divisó a Nathaniel saliendo de la sala de delegados y me acercó rápido antes de que se vaya por el otro pasillo.

-Hola Nath –Le dije apenas me diviso, sonrió al instante y me dio esa sonrisa de amabilidad que siempre pone.

-Hola Millhi –Le sonreí de vuelta y me dispuse a preguntarle lo de mañana.

-Me preguntaba si estarías ocupado mañana

-No, no lo estoy ¿Por qué preguntas? –Crucé mis brazos tras mi espalda algo nerviosa. Que fuéramos amigos, no significaba que aceptará ir conmigo, así que también estaba la opción de que me rechazara.

-Bueno, me gustaría saber si te gustaría...-Antes de poder terminar la frase, una voz resonó detrás de mí.

-Millhi, no te olvides que quedamos mañana –Reconocí esa voz claramente. Al girarme vi los ojos grises de Castiel pero no me miraba a mí, sino hacia Nathaniel, como si estuviera molesto. Sabía que ellos dos no se llevan muy bien pero tampoco veo necesario que siempre se miren como si quisieran que el otro desapareciese.

-C-Claro –Tan atónita estaba que al parecer mi cerebro dejo de funcionar y muy tontamente le seguí la corriente.

-No quiero molestarlos, por lo visto tienen cosas de que hablar –Nathaniel dice eso último casi con enojo y se marcha. De no ser porque la presencia de Castiel ocupaba todos mis pensamientos, estaría analizando el comportamiento tan extraño de Nath.

-¿Por qué diablos hiciste eso? –Le pregunte enojada.

-No querías que salieras con él. Te mereces algo mejor –Dice eso mirando a cualquier parte menos a mí. Parece que hoy todos decidieron comportarse de manera extraña.

-¿Quién te crees para decirme con quién debo o no debo salir? –Le grite molesta y con eso hice que su mirada se enfocara en mí.

-En vez de estar enojada, deberías de agradecerme –Me dice con el ceño fruncido, no puedo creer que tenga el descaro de enojarse cuando todo esto lo provocó el- Además me debes una

-¿Cómo que te debo una? –Castiel toma mi barbilla con su mano, y acerca su rostro al mío para que estemos a la misma altura.

-Sin mí, tu vida no sería tan divertida –Dice eso último con una sonrisa seductora en su rostro.

-Eres un idiota –bufe al tiempo en que alejaba su mano de mi rostro-Visto que por tu culpa no tengo con quien ir, deberás acompañarme. Te espero en la salida del instituto a las cuatro en punto. Ni se te ocurra llegar tarde –No era la mejor excusa del mundo pero esperaba que sirviera para que aceptara ir conmigo. Puede que este molesta con él, pero aun así quería que me acompañara.

-Está bien, como quieras –Castiel comienza a alejarse pero luego se detiene y se voltea con una sonrisa picaron en su rostro- Viste linda- Con eso vuelve alejarse.

No puedo creer como este chico logra sacarme de mis casillas y aun pese a eso, sigo irremediablemente enamorada de él.

Cayendo en tu red (Castiel CDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora