Rodeada de colmillos (RDC#1)

capitulo 3

Este capítulo se lo dedico a Yanethvidaal y vanessa_swag_beliebe que me apoyan con su voto! Gracias a las dos ♥

Me despierto observada en una clase de galpón abandonado. El vampiro me está mirando fijo y esboza una sonrisa al verme abrir los ojos.

-Alison... - me empieza a decir - yo no quiero hacerte daño. Tienes que entenderlo...

-¿qué me has hecho? - pregunté interrumpiéndolo. Sé que le temo a la respuesta pero quiero saber.

-simplemente uso uno de mis poderes - me explica - la hipnosis.

Un escalofrío me recorre la espina dorsal. He sido hipnotizada por un vampiro. ¡qué loco día! Supongo que empalidezco de miedo porque enseguida añade:

-tranquila, no afecta en absoluto a tu condicion humana o mortal.

《¡¿en serio?! ¡¿No me afecta aunque haga cosas involuntarias?!》 Grita mi subconsciente. Pero tiene razón. ¡Es claro que me afecta totalmente! No hay manera de negarlo.

Me incomoda que me hable como si todo esto que esta pasando fuera normal. Me asusta muchísimo estar sola con él, un bestia asesina. Al menos, si me ha secuestrado me gustaría saber su nombre.

-¿como te llamas? - pregunto tímidamente - ¿quién eres?

-soy Adrien. Tranquila, estás conmigo. Sé que soy un vampiro...

Dejo de escucharlo cuando empieza a hablarme de ello. Me queda la palabra tranquila en la cabeza. En verdad no puedo estar tranquila o calmada. Estiro la mano y me choco con algo. La toco varias veces para identificar qué es. Siento una superficie lisa y dura con astillitas: creo que es madera. Miro de reojo el objeto y confirmo que era un estaca de madera con bastante filo en una de sus puntas.

¡genial! Es una herramienta para escapar. No me considero un experta en vampiros pero estoy segura que un estaca de madera resulta mortal para ellos. Voy a clavársela a Adrien para escaparme sin dificultades como que me hipnotize o algo así.

Me aferro a la estaca y de un solo y veloz movimiento, se la hundo en el pecho sin compasión. Él se agarra el pecho y se tira al piso.

Salto su cuerpo ágilmente y corro hasta la persiana abierta del galpón. Antes de salir, le echo un vistazo a Adrien que yace en el piso retorciéndose y agarrando la estaca. Está sobre un charco de sangre; y por un instante, me da un poco de lástima y claramente ese sentimiento que llaman remordimiento y a la vez, culpa.

Pero la imagen, que hasta ese momento, me generaba lástima (ya que anteriormente me salvó la vida); ahora se torna a una aterradora y pertubadora escena. Adrien empieza a tirar de la estaca hasta quitársela del pecho completamente. Revolea la estaca por el aire y se levanta mirándome con rabia. Me siento mal. En verdad, me arrepiento de haber hecho lo que hice.