Rodeada de colmillos (RDC#1)

capítulo 10

Me tiembla todo el cuerpo del miedo. ¿por qué demonios no mori antes? Saber que me voy a morir, pero no saber cuando. Es horrible. Es una muerte lenta y aterradora.

-solo queria advertirte - me dice Madison - tienes que abandonar a Adrien, lo más pronto posible.

-gracias - digo aunque la verdad no estoy agradecida por lo que me ha dicho.

Madison se levanta del sillon y sale de la habitación. Yo me quedo sentada sollozando. Escondo mi cabeza entre mis manos para llorar en paz: voy a morir, me enamore de un mujeriego, y me matará ese amor. Después de largo rato, me calmo un poco. Me doy cuenta que es inutil llorar por él. El destino es inevitable. Y al parecer, mi destino es morir con sinplemente 16 años.

De repente una voz me quita de mis pensamientos:

-Alison - me llama Adrien - ¿estás bien?

Me seco la làgrimas antes de levantar la cabeza. Asiento. No puedo decirle la verdad. Como le estoy mintiendo y no soy muy buena en ello, me expongo a la posibilidad de que me lea la mente.

-solo estoy algo cansada.

-es normal. Te desangraste, digamos que volviste de la muerte. Debes descansar - me explica.

- esta bien - asiento.

Adrien me levanta del sillon delicadamente y me conduce por muchos pasillos oscuros hasta llegar a otra sala. En ella, veo una hermosa y amplia cama con dosel. Entramos.

Adrien se quita la camiseta rasgada y se recuesta en la cama.

-ven aqui - me dice pero esta vez no es una orden con hipnosis.

Lo sigo, no se bien porqué. Me acuesto en la cama a lado de él pero no muy cerca. Entonces Adrien se pega a mi, me toma la cabeza entre sus manos y me la apoya cuidadosamente sobre su pecho desnudo, a la altura de su corazón. Oigo sus constantes latidos. Debo admitir que es relajante. Por un momento me olvido que debo abandonarlo por mi vida. Pero, entonces me besa en los labios...