Rodeada de colmillos (RDC#1)

capítulo 43

Mi padre me abraza fuertemente. Yo me quedo inmóvil. No quiero abrazarlo. No siento que se lo merezca. Él me abandonó cuando era una bebé fingiendo su muerte y jamás se molestó en verme o hablarme. Viví sola con mamá durante 16 años. Hasta que tuvo un accidente de tráfico y murió. Y él ni siquiera, se preocupó por saber como estaba yo.

-¿qué te sucede Alison? - me pregunta al ver que no lo abrazo.

-me abandonaste y jamás te preocupaste por mi. Que ahora vengas diciendo ser mi padre porque nací gracias a ti y mamá; no significa que lo seas.

-Alison, lo siento ¿si? Entiende. Ahora voy a protegerte. Por favor olvídate del pasado y perdóname.

Suspiro. ¿cómo olvidarse de ello? Medito todo unos segundos. No voy a perdonarlo. Pero fingiré que lo he hecho.

- está bien - lo abrazo.

En ese momento me doy cuenta que el hombre que me trajo está mirandonos. Estuvo aquí todo el tiempo. Por dios! Sabe todo.
Me aparto de su abrazo.

-¿puedes mostrarme la OCV?

-por supuesto. De hecho, te necesito para algo.

Ian (no voy a llamarlo padre) abre la puerta y salimos seguidos por el otro hombre.

-a propósito - nos interrumpe el hombre que me trajo - soy Cedric.

Recorremos los mismos pasillos anteriores pero seguimos más allá hasta unas escaleras. Bajamos. Nos encontramos de frente con una puerta gris bastante grande. Las puertas se abren cuando Ian se para en frente de las mismas.

Veo a varias personas vestidas de blanco como los médicos o científicos. También hay algunas personas vestidas de negro como Cedric.

- Alison, debes decirme si reconoces a alguno de estos vampiros.

Me paseo por delante de camillas y sillones cpn vampiros atados en ellos. No reconozco a nadie excepto a esa cabellera rubia y dorada: Madison. Tiene la mirada perdida. No parece la misma. Sin embargo, aunque la conozco, no le digo nada a Ian. Seguimos caminando y sí que me quedo perpleja. Ahí está Adrien. Parece cansado, tiene el pelo alborotado y los ojos rojos. Tiene la mandíbula trabada y los músculos tensados. Jamás lo había visto así.

-terminamos - anuncia Ian - ¿reconoces a alguno?

-no - digo en seco.

No sé que les han estado haciendo a Madison y Adrien pero no quiero que les sigan haciendo cosas si digo que los reconozco.