Rodeada de colmillos (RDC#1)

capítulo 17 (corregido)

Me duele todo el cuerpo y ya no tengo fuerzas para nada. Con lo poco que veo y la poca fuerza que me queda, casi nula, me arrastro hasta la puerta y empiezo a golpearla pero apenas puedo tocarla 2 veces antes de doblarme toda de nuevo por el dolor.
Aprieto los dientes muy fuerte para alivianar el increible dolor. Estoy a punto de desmayarme cuando... veo la silueta de un cuerpo frente mío. Siento como sus manos me levantan tal y como estoy y me apoyan contra su pecho calido y duro. Enseguida lo reconozco: Adrien.

Me deja en la cama como puede e inmediatamente se dispara en la búsqueda de algo entre los cajones de una mesita de luz. Saca un frasco y me lo da en la mano que me aprieta fuerte. Me lo lleva hasta la boca y lo inclina para que pueda beber de él. Prácticamente no puedo mover la boca así que el líquido se vierte en mi boca sin ayuda mía.

Debo admitir que esa cosa, lo que sea que me haya dado Adrien, es asquerosa. Tiene olor a sangre y sabor a ello también. Además es extremadamente espesa y densa.
Me cuesta bastante tragarla pero lo hago.

- Alison - oigo la voz de Adrien y siento que me pone una mano en el corazón - despierta, por favor, Alison.

- Ad.. venen... mad...n -intento contarle que Madison me envenenó pero mi voz falla a pesar de sentirme un poco mejor.

Se me aclara un poco la visión y mi respiración se regula poco a poco al igual de mis latidos. Todo pasa poco a poco hasta que finalmente me recupero del todo.¿pero cómo?

- Adrien - lo llamo muy despacio.

- Alison - me responde - creí que te perdía para siempre. ¿cómo es que terminaste así? Por favor dime que no fue por mi culpa.

-Adrien, gracias por estar conmigo - empiezo a decir - tú no tienes la culpa. Madison...

Escucho pasos que se detienen y me callo. Observo la puerta y ahí está ella.