Cuarenta y cinco.

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No sabía donde estaba. Los latidos de mi corazón era lo único que podía escuchar. Estaba oscuro, la luna era lo único que me iluminaba. Podía ver mi reflejo en el agua. Estaba en la playa. Sola, par poder pensar.

¿Que estaba haciendo con mi vida?¿Que era lo que quería? ¿Por que tantos problemas? ¿Quien era yo para causar tantos problemas?

Quería que alguien me rescatara, me sentía tan perdida, había tantos sentimientos contraopuestos y yo ya no sabía que hacer. Estaba esperando a que alguien apareciera y me dijera que era lo que debía hacer.

Y entonces sentí como si el pecho se me hundiera y un terrible dolor invadiera todo mi cuerpo. Y comencé a llorar, porque me había estado guardando las lágrimas durante demasiado tiempo. Sería como una explosión que nadie podría ver.

Tenía frío y empecé a temblar. De repente noté que alguien me estaba tapando con una chaqueta, me giré y lo vi. No me gustaba que me viera con la cara como la tenía, los ojos rojos, los labios temblando y la mirada perdida.

-¿Que haces aquí?- me preguntó.

-Perderme en mis pensamientos.

-¿Que te pasa?

-Tú.

-¿Yo?

-Sí, tú, Calum Hood.

Quería que se fuera pero que a la misma vez me abrazara y que no se fuera. Pero ahí estaba, quieto, mi miraba algo perplejo, no entendía muy bien el motivo ya que estaba bastante claro que yo sentía algo por él, pero no se había dado cuenta.

-Lo siento por la pelea de antes.

-No pasa nada ¿estás bien?- me había dado cuenta de que tenía algo de sangre en su labio inferior.

-Sí.

-Tienes sangre.- se tocó, parece que él no se había dado cuenta de que estaba sangrando.

-No es nada.

-Deja que mire.- le miré bien, le estaba saliendo bastante sangre, así que le limpié con un clinex que llevaba en el pantalón.

-No hace falta.

-Lo que no hacía falta es que os pegarais.

-No sé quien se ha creído para ponerte la mano encima.

-A mi me ha dado igual.

-No debería.  Que un hombre te ponga la mano encima y no te importe es lo peor. Cuando te conocí pensé que eras mas fuerte, pero no se que te ha pasado ahora.

-Me he derrumbado.

-¿Por?

-Alguien ha jugado conmigo.

-¿Quien?

-Tú.

-No.

-Sí.

-Pero si tú me odias.

-Dicen que del amor al odio solo hay un paso, supongo que al revés pasara lo mismo.

-¿Porque no me lo has dicho antes?

-Porque eres un mierda y no me apetece que me hagas daño.

-Se supone que ya te lo estoy haciendo ¿no?

-Calum...

-Pero tampoco me has dado oportunidad de explicarme.

-¿Que es lo que me tienes que explicar?

-Porque los dos estamos enamorados y no estamos juntos.

Y entonces me rompí, Calum me estaba confesando su amor y yo no sabía que decir. Yo estaba enamorada y él lo estaba de mi.



Bad girl.(Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora