XLI. ¿Y lo nuestro es biología molecular o bioquímica?

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- Parece que no acabaste muy bien con ese – murmuró Zayn lavándome las heridas en el grifo del baño.

- Eso parece, sí.

- ¿Qué te ha dicho para que te pusieras así?

- Hemos hablado sobre por qué no contesto sus llamadas y etc. – no me apetecía mucho a hablar de eso ahora mismo.

- ¿Por qué rompisteis? – preguntó interesado aunque toda su atención estaba en mis manos.

- Es una larga historia – respondí rápidamente.

- Y nosotros vamos a tener una larga noche – dijo refiriéndose a mis manos.

- Fue haciendo una clase de cosas no muy buenas ni para él ni para mí.

- ¿Me haces una lista de ellas?

- En uno de mis cumpleaños, por la mañana habíamos tenido una discusión bastante fuerte de la que el motivo ni me acuerdo y en la fiesta de por la noche para "molestarme" se lió con una que se suponía que era mi amiga.

- ¿En tu propio cumpleaños? – preguntó incrédulo.

- No se lo tuve mucho en cuenta por la discusión de esa mañana así que lo dejé pasa – expliqué –. En otra ocasión me contó que traficaba con droga cuando vi en su mochila del instituto una bolsita con polvo blanco en su interior.

- ¿Y tú qué hiciste?

- Al decirme que su padre le había cortado el grifo y necesitaba el dinero lo dejé pasar; era su vida y mientras me mantuviera alejada de sus chanchullos, yo no diría nada.

- ¿Pero? – preguntó curioso; la curiosidad no se iba de su expresión facial – Parece que hay uno bien grande en esa oración.

- Días más tarde, engañada, le acompañé a un sitio en el que había quedado con unos críos para venderles un par de bolsitas de esas.

- ¿Hizo que le acompañaras traficando droga? – asentí.

- Pero eso no es lo peor.

- No creo que haya algo peor – lo miré por primera vez a los ojos y tragó saliva duramente esperando a que se lo contara.

- Fuimos a una fiesta en la que yo no me sentía muy cómoda; mientras él se divertía bebiendo y bailando con nuestros amigos, yo lo único que quería era irme. Durante toda la noche me había dicho de irnos a casa, o al mismo baño del club, para según él "hacer lo que todas las parejas hacen cuando son felices".

- Para follar – dijo obvio.

- Ni siquiera sé porqué no utilizó ese término – reí –. Obviamente me negué todas las veces que me lo pedía.

- ¿Eras virgen? O lo sigues siendo, no sé – reí ante su nerviosismo.

- No soy virgen – sus pupilas se dilataron un segundo –; aunque su oferta era tentadora yo no estaba de humor para aquello, me quería marchar ya a casa y descasar, y él no estaba en sus cabales.

- ¿Y qué hizo? ¿No se suponía que era algo peor? – preguntó confuso.

- No he terminado – reí.

- Oh, continúa.

- Sin que me diese cuenta sacó una de las bolsitas con las que traficaba y echó algo en mi copa para – callé; no podía continuar.

Todo lo que me hizo anteriormente no era nada, ni siquiera me importaba contárselo a medio mundo, no era ni para llorar; pero esto sí, mi voz al llegar a esta parte se hundía en lo fondo de mí impidiéndome hablar.

The afraid of falling in love ➳ z.m. punk [finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora