The afraid of falling in love ➳ z.m. punk [finalizada]

XLIII. Temores

Alison me mira extrañada pero antes de que pueda pronunciar palabra entrelazo nuestros brazos arrastrándola hacia alguna parte en la que podamos hablar tranquilamente sin que nos molesten o nos interrumpan.

- ¿De qué quieres hablar? – pregunta sentándonos en las sillas de una pequeña cafetería que he encontrado a la vista tras recorrernos varias calles.

- ¿De verdad me lo preguntas? – pregunté incrédula.

Ambas sonábamos fatigadas al principio pero rápidamente nos recompusimos para responder al chico que nos atendió nada más vernos sentarnos.

- Anoche me dijiste que necesitabas ayuda con una cosa, que necesitabas ayuda con Leslie – dije refrescando su memoria.

- Oh, eso – murmuró agachando su cabeza.

- ¿Qué es lo que ocurre? – pregunté tomando su mano para que me mirara.

Desde que me lo dijo mi cabeza no paró de darme teorías absurdas por lo que quizás Leslie estaba mal – incluso cuando discutí con Mauro una parte de mi mente estaba pensando en Leslie – y si no fuese por el hecho de todo el cansancio y el alcohol de mi cuerpo que hizo que me durmiera antes de incluso contestarle a Stephen, seguramente me hubiese pasado toda la noche en vela pensando mientras ellas descansaban la mar de tranquilas.

- No sé cómo decirte esto – murmuró tapándose el rostro con ambas manos.

- Empieza desde el principio y cuando ya no tengas más palabras que decir es porque habrás llegado al final – bromeé.

- A veces me pregunto por qué no te he matado ya – reí.

- Me amas demasiado.

- Cállate – dijo rápidamente.

- Dime lo que me tengas que decir y me callaré.

Me mantuvo la mirada durante un rato, supongo que dándole tiempo a sus pensamientos para que se ordenaran correctamente, y volvió a agachar la cabeza empezando así a hablar con un hilo suave de voz.

- ¿Te acuerdas de esas personas que se metían con nosotras en infantil y luego primaria hasta que te fuiste? – preguntó e hice memoria.

Asentí al cabo de unos minutos.

- Bueno, pues cuando te fuiste esas burlas siguieron hasta la secundaria.

El colegio al que asistimos de pequeñas, junto con Louis, Alec y Travis, era católico por lo que infantil, primaria y secundaria se impartían en el mismo centro; y por lo que tenía entendido gracias a Alec en el cumpleaños de Zayn, los cuatro habían permanecido en aquel centro hasta que marcharon a la universidad en sus respectivos años.

- Yo, ya sabes cómo soy, ni siquiera escuchaba lo que me decían ignorando a cualquiera que soltara alguna burla hacia mi persona o hacia Leslie – asentí – pero Leslie...

Su voz quebró y esperé pacientemente a que se recompusiera y siguiera contándome lo que la tenía de aquella manera, completamente angustiada.

- ¿Qué pasó con Leslie? – pregunté al ver que no seguía. El silencio me mataba poco a poco y que ni siquiera me mirase hacía que el fuego del temor se propagase más rápido.

- Un día que nos tocaba educación física, en las duchas se esperó la última hasta para desvestirse y aunque le dije que le esperaba fuera me quedé escondida y vi – volvió a callar –. Vi que unos cortes le recorrían las muñecas hasta la parte del codo.

Si su voz ya estaba quebrada, en este momento ya no sabía ni cómo iba a continuar.

Muchas cosas pasaron por mi mente, muchas teorías se formaron en mi mente, tanto teorías estúpidas como quizá posibles, pero las autolesiones no estaban en aquellas teorías.