Epílogo.

78 5 2
                                    

- Clary, lo siento por no haberte contado lo de tu hermano; él me lo pidió, quería que te cuidase y te protegiese hasta que...

Dijo Stephen cuando fui a verlo mientras le curaban – por suerte mi nariz rota, gracias a los golpes de Carlo y de la otra persona, seguramente fuese Mauro, ya estaba arreglada y no necesitaba más que unas gasas u unos días de reposo – todas las heridas que le habían causado en la nariz.

- Tranquilo, como has dicho: él te lo pidió – le sonreí tras besarle la mejilla cortándolo.

- Clarissa – me llamó una voz, la que deduje por Jace.

Giré sobre mis talones y llorando como una niña golpeé su pecho repetidas veces exigiendo explicaciones liberando toda mi ira contenida desde que lo vi dentro.

- ¿Por qué no dijiste nada? – grité – ¡Papá y Travis lo sabían, joder! ¡Era tu esquimia!

- Por eso mismo, enana – dijo tranquilo estrechándome entre sus brazos acariciándome el pelo – ¿No te acuerdas qué le pasaba a la esquimia si no la protegías?

- Se marchitaba – murmuré contra su pecho negándome a devolverle el abrazo.

- Si te lo hubiese dicho te hubieran hecho más daño; debía protegerte con mi propia vida – besó la cima de mi cabeza ganándome por completo, pues rodeé finalmente su cuerpo con mis brazos.

- ¿Dónde has estado todo este tiempo? – interrogué alzando la cabeza.

- En casa de Stephen hasta que llegasteis.

- ¿Y después? – le corté.

- En la casa que teníamos en Doncaster; papá nunca la vendió y yo necesitaba estar cerca de ti.

- Vigilándome – reímos cuando asintió –. Pero,... vi tu cuerpo.

- Y yo te vi a ti llorando y se me partió el alma, lo siento – besó mi frente y estuvimos un rato más abrazados hasta que vino mi padre; gruñí cuando cortó nuestro abrazo.

- Lo siento, pequeña – me abrazó –. Estoy concienciado en que necesitas protección las veinticuatro horas del día y en realidad con tu apariencia de dama en apuros ocultabas que realimente podías ser toda una heroína, y lo has sido.

- Gracias – sonreí devolviéndole el abrazo.

- ¿Cómo has noqueado a tantos hombres tan rápido, de todas formas?

- Carlo y yo hemos estado practicando estos años – reí –; mientras Giorgio creía que los días en la habitacion de Carlo nos lo pasábamos haciendo deberes y hablando de cosas de "niñas"...

- Nos lo pasábamos noqueándonos – rió Carlo apareciendo a nuestro lado con Zayn detrás de él.

- Recordarme alistaros en las filas de pegar puñetazos – ambos reímos.

- Creo que no quiero saber nada de la mafia en unos años – Carlo y yo reímos al hablar al unísono.

- ¡Señores Salvatore y Gabbana! – los llamó Markus y ambos se fueron dejándonos a Zayn y a mí solos.

Genial; tierra, trágame.

- Lo siento, Clary, por no habértelo dicho cuando debía – se rascó la nuca nervioso.

¿Era el día de pedir disculpas a Clary o qué?

- No importa – dije impasible.

- Sí que importa, joder – bufó –; cuando estabas a punto de descubrirlo me puse nervioso y te hablé fatal, no te lo merecías, solo intentabas averiguar la verdad respecto a toda esta mierda. Lo siento.

Quise mirarle impasible, quise que me fuera indiferente, pero no podía; él estaba ahí pidiéndome perdón tan nervioso o más que un niño pequeño cuando rompe la vajilla de su abuela por accidente, y yo solo quería besarlo.

Stephen.

Recordé la conversación que tuve con Carlo en la comisaría – decía que solo estaba con Stephen porque no quería sufrir y con él no sufría, y tenía razón –, por lo que salí corriendo hacia Stephen al haberme separado cuando me puse a hablar con Jace, y cuando llegué a él mi mundo se descolocó.

- Se que le quieres – rió –; no puedo estar con mi novia cuando ella está enamorada de otro.

- ¿Estás cortando conmigo? – pregunté confusa.

- No; te estoy dejando vía libre para que seas feliz, pajarito.

Una sonrisa apareció en mi rostro y salí corriendo hacia Zayn, quien me esperaba con los brazos abiertos con una expresión completamente cómica al no entender qué diablos me estaba pasando en ese momento.

- No quiero enamorarme de ti y que luego me rompas el corazón cuando te canses de mí – dije tras separar nuestros labios; pero ya era tarde, ya me estaba enamorada.

­ - Se me haría imposible cansarme de ti – sonrió dejando un leve beso en mi frente –; y si lo hago, antes de romperte el corazón, rómpeme la cara por gilipollas.

- ¿Y Perrie?

- ¿Y si te digo que solo estuve con ella para ponerte celosa y que hace unos días nos dimos puerta mutuamente ganándome una ostia?

Ambos reímos apagando nuestras risas con un beso demasiado lento y apasionado como para estar rodeados de personas, ambulancias y coches de policías; pero nuevamente, no había nada a nuestro alrededor, nada importaba, solo estábamos nosotros allí disfrutando del beso compartiendo el amor reprimido, y eso era lo que importante.

- ¿Eres mi Hetty Merton? – preguntó al cabo de un rato cuando tuvimos que recuperar el aliento.

Hetty Merton era una campesina de la que se enamora Dorian y tiene un romance cuando él decide por fin tener una nueva vida olvidándose de su pasado y alejándose del hedonismo; fue quien le enseñó que a un hombre de nada le sirve ganar el mundo, tener la belleza más deslumbrante, todo el éxito posible, si aquello hacía que perdiese completamente su propia alma.

- Será todo un honor – ambos unimos nuestros labios nuevamente.

Pasaron los días, los meses e incluso los años y mientras todos éramos felices con los nuestros mientras Giorgio, Mauro y sus hombres se pudrían en la cárcel; pues milagrosamente los documentos de la tablet de Travis y todos los documentos en la base de datos de los Gabbana, que ponían en peligro la libertad de mi familia y la de Zayn, desaparecieron por obra de arte.

El final de toda estar mierda me recordó al final de la cenicienta, ya que ella sufrió las doce de la noche, perder su zapato y los regalos del hada madrina pero más tarde conseguía al príncipe de sus sueños mientras que yo sufría por un mafioso atentado mi vida mi vida y la de los que quería, pero conseguía finalmente a Zayn. Claramente yo le ganaba.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Aquí tenéis el epílogo, baes; el final de esta historia que me ha encantado compartir después de todo lo sucedido referente a Zayn.

Adiós, Clary.

Adiós, Zayn.

Adiós, Stephen.

Adiós, Travis.

Adiós, Carlo y Mauro.

Adiós a todos.

Me gustaría daros las gracias por haber leído la historia y deciros que ha sido un placer haceros este regalo de Navidad; no sé qué más decir xd

¡Feliz Navidad y ojalá entréis en 2016 con buen pie!

Lots of love, y hasta la próxima 



The afraid of falling in love ➳ z.m. punk [finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora