XXXVI. No es de tu incumbencia

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- ¿Qué ha sido eso? – preguntó mi padre sorprendido.

Doble mierda.

- Un beso – respondió Travis obvio.

- ¡Ya sé que ha sido un beso! – gritó – ¿Por qué te ha besado?

- Porque somos novios – murmuré.

Travis al oírme me miró raro ya que él sabía a la perfección que no estaba realmente segura si Stephen me gustaba como para ser mi novio o solamente un amigo más.

- ¿Desde cuándo?

- ¿Qué más da, cariño? – intervino mi madre.

- ¿Desde cuándo? – repitió mi padre haciéndole caso omiso.

- ¿Desde cuándo necesito un puto guardaespaldas? – le grité; si él quería respuestas, yo también.

- ¿Qué? – preguntó confuso.

- Os he oído – le informé –; Travis se las puede apañar bien él solito pero yo no tanto, ¿verdad?

Me miró con los ojos completamente abiertos de la sorpresa.

- Él puede apañárselas de puta madre contra los enemigos de la familia, ¿no? – le encaré – Y una cosa, ¿por qué la familia tiene enemigos?

- Cristianno, ¿qué dice la niña? – preguntó mi madre totalmente confusa.

- Venga, Cristianno, responde a tu mujer – dije, cabreándolo.

- No es de tu incumbencia – murmuró en respuesta.

- ¿No es de mi incumbencia saber por qué dos hombres nos persiguieron a Travis, Stephen y a mí con pistolas?

- ¿Qué? – gritó mi madre.

- ¿No es de mi incumbencia saber por qué un hombre me espía en la universidad? – mi madre volvió a gritar pidiendo explicaciones. Si yo estaba perdida en todo esto, ella más.

- Clary – murmuró mi hermano para que me callase, pero no lo iba a hacer.

- ¿No es de mi incumbencia saber por qué Travis es un soldato y yo soy una associati? ¿No es de mi incumbencia saber por qué la familia está metida en la mafia? – grité finalmente.

- ¿Cómo sabes tú eso? – gritó mi padre.

- ¿Es que no confías lo suficiente en mí como para decírmelo directamente tú, Don? – inquirí y tras aquello subí las escaleras rápidamente ya que no quería que me vieran llorar.

- ¡Clarissa, ven ahora mismo! – grita mi padre corriendo tras de mí intentando darme alcance pero en cuanto llegué a la habitación cerré la puerta con pestillo bloqueándole el paso.

Le digo que no hace falta mudarnos a Italia cuando la muerte de Jace, no me hace caso.

Le pido que confíe en mí la primera cita con Mauro, me manda a Travis de carabina.

Le digo que después de la fiesta del cumpleaños de Luca me quedaría en su casa a dormir, me dice que a las doce en casa.

Le digo que me sacaré la nota que necesito en Londres para la universidad en el examen, hace la matricula por si acaso en la universidad de Nápoles.

Travis le dice que será mejor si me lo cuenta todo, no le hace ni puto caso.

Stephen le dice que me las puedo apañar yo solita, aún así le pide que me vigile.

Me tiene harta.

Oí como alguien me llamaba lanzando algo a mi ventana pero hice caso omiso continuando estampando cosas contra el suelo.

The afraid of falling in love ➳ z.m. punk [finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora