XVI. Sorpresas

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- Travis ve a la casa de al lado y dale esto a la señora Malik, por favor – pidió mi madre colocando una gran cesta en la pequeña mesita del salón dónde Travis y yo teníamos los pies subidos.

- ¿No puedes ir tú? – preguntó mi hermano sin apartar la vista de la televisión mientras tocaba botones y palancas del mando de la play para mover a un diminuto hombre que disparaba a diestro y siniestro a otros hombres. 

- Tengo que irme corriendo a la oficina – contestó abrochándose el abrigo de piel que le llegaba hasta las rodillas.

- ¿A la oficina? – pregunté al recordar que era domingo.

- La señora Jonhson me pidió unos bocetos y me dijo que se los diera hoy – respondió –, tengo el tiempo justo para coger el coche e irme.

- ¿Y no puede ir Clary a casa de la vecina? – preguntó Travis sin apartar la vista del videojuego – Ella conoce al hijo mayor.

- Me da igual quien vaya pero ir, por favor – caminó hasta la puerta.

- Vamos los dos, mamá, no te preocupes – dije dejando los libros en la mesita, ya que estaba con los deberes, levantándome del sofá.

- Gracias, Clarissa – se colocó correctamente el bolso –. No estaré para la comida – dijo esto y salió de casa cerrando con un pequeño portazo.

Travis, con cara de pocos amigos, guardó la partida antes de apagar el televisor y se abrigó con una chaqueta de cuero que por dentro tenía como pelo de borreguito, mientras yo me abrochaba el abrigo.

- ¡Qué frío, joder! – se quejó Travis al salir de casa mientras se colocaba un gorro de lana para tapar sus orejas del frío invierno.

- Tampoco hace tanto frío – reí al ver a mi hermano; éste al llevar unos pantalones de chándal parecía que de cintura para abajo iba al gimnasio y de cintura para arriba, que se iba de fiesta con los amigos.

- Te odio – cogió una de las asas de la cesta ayudándome con el peso de ésta.

- Me amas.

Pronto llegamos a la casa de Zayn y cinco minutos más tarde una niña nos abría la puerta lentamente.

- Hola – dijo mirándonos con sus ojos azules.

- Hola, ¿está tu madre? – preguntó Travis; asintió.

- ¿Quién es, Safaa? – preguntó una voz en el interior y segundos más tarde una mujer morena con algunas mechas más claras apareció a su lado.

- Nuestra madre nos ha dicho que esto era para ti – volvió a hablar Travis; miró la cesta.

- ¿Sois los hijos de Alissa, verdad? – preguntó apartando a su hija de la puerta para dejarnos pasar al interior.

Ambos asentimos tras pasar.

- Yo soy Trisha, encantada.

Se posicionó detrás de nosotros y mientras cerraba la puerta, Safaa nos dirigió hasta la cocina.

- ¿Aquí? – pregunté señalando con la cabeza la isla de la cocina.

- Sí – asintió Trisha rápidamente –, ¿Clary, verdad?

Como si hubiese sonado una alarma contra incendios, una de las cabezas que estaba apoyada al otro lado de la isla se levantó dejándonos ver a un Zayn adormilado, y pasando casi desapercibido, una mueca de sorpresa se vislumbró en su rostro. La otra cabeza, más lentamente, se levantó dejándome ver a una Perrie con todo el maquillaje emborronado.

Asentí paulatinamente.

- ¡Ay, Zayn me hablado mucho de ti! – dijo cogiéndome las frías manos con las suyas cálidas; él nos observó con los ojos abiertos como platos.

The afraid of falling in love ➳ z.m. punk [finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora