II. Tu futuro marido

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- ¡Clary! – gritó Louis corriendo hacia mí para fundirnos en un gran abrazo.

- Yo también me alegro de verte – dije aún abrazada a él.

- ¿Cuándo has vuelto? ¿Por qué no avisaste que venías aquí? ¿Te quedas para una temporada o para siempre? – empezó a preguntar tras distanciarme un poco de él pero aún así abrazados –. No te vuelvas a marchar, por favor – volvió a abrazarme fuertemente como si tuviera la intención de no dejarme marchar nunca más.

- Necesito respirar – réi quejándome de la fuerza en la que me abrazaba.

- Perdón – dijo distanciándose de mí pero aún rodeándome las caderas con sus brazos.

- No pasa nada – sonreí.

- ¿Cuándo has vuelto? ¿Por qué no avisaste? ¿Te quedas para una temporada o para siempre? – volvió a preguntar con la misma rapidez que antes.

- Eh, más despacio, toro – dije riendo -. Vinimos ayer por la noche. No avisé porque ha sido salir del coche ver a tu madre y a tu hermana en la puerta y saber dónde estaba. Espero que nos quedemos para siempre, yo tampoco quiero marcharme – las últimas palabras las dije mirando a mis padres.

- Te he echado de menos – volvió a abrazarme.

- Y yo a ti, mucho – contesté.

***

Después de haber estado unos minutos abrazados comimos y más tarde nos sentamos todos en un amplio sofá beige con cojines blancos.

- ¿Entonces has venido para estudiar? – preguntó Louis sosteniendo mi mano.

- Sí, – contesté – además también echaba de menos Inglaterra y a vosotros – sonrió.

- Falta poco para que empiecen las clases, ¿a qué universidad irás? – preguntó.

- A la U.C.L – nada más decir aquellas iniciales su boca formó una enorme ‘O’ –. ¿Qué? – pregunté.

- Yo estoy estudiando allí. ¡Irás a mi universidad! – se levantó rápidamente, llevándome a mí con él y me abrazó levantándome en el aire mientras yo reía.

- ¿Lo dices en serio? – pregunté cuando volvió a dejarme sobre mis pies. Asintió enérgicamente.

***

Tras unos minutos, Louis y yo fuimos a dar una vuelta nosotros solos tranquilamente.

Estuvimos contándonos todo lo que el otro se había perdido. Él me contaba que cuando vino a Londres hizo unos cuantos amigos junto a Alec, Alison y Leslie, mis tres mejores amigos junto a él.

- He quedado con ellos mañana a las seis de la tarde, vente y así te reencuentras con ellos y conoces al resto, anda – pidió.

- ¿Mañana? – asintió mientras yo pensaba – De acuerdo – contesté.

- Paso a buscarte a tu casa – dijo pagando los batidos que nos habíamos comprado en una heladería.

- ¿Sabes dónde está mi casa? – negó y yo reí.

- Me mandas un mensaje cuando estés cerca de tu casa y me dices la dirección – dijo tras un sorbo de su pajita.

- Hay un pequeño problema… – contuve la risa – por si no lo sabías me marché cuando tenía ocho años y a esa edad yo no tenía móvil – terminé riendo.

- Pues dame tu móvil – pidió riendo él también –, me llamo y así se me guardo el tuyo y tienes el mío – se lo entregué.

Segundos más tarde tras oír la melodía de ‘Look after you’ de The Fray que llevaba, me lo entregó.

The afraid of falling in love ➳ z.m. punk [finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora