XXVI. Tampoco es tan importante

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- ¿Pero lo quiere? — preguntó Leslie a Abby cuando entraba por la puerta del aula donde dábamos Literatura.

- Le gusta pero no sabe si lo quiere — contestó la rubia apartando su mochila para que me sentara a su lado.

- ¿De quién habláis? — pregunté recogiéndome el cabello en una coleta.

- ¿A ti te parece que Harry y Natalie están distantes? — me preguntó Leslie bajando la voz ya que Alaric acababa de entrar.

Me quedé pensando y, ciertamente, no los había visto todavía juntos desde la fiesta de Navidad, por aquí  los había visto un par de veces pero por separado nunca, pues nuestras clases no coincidían con las del castaño.

- No los he visto todavía — susurré de vuelta.

- Yo creo que sí que lo quiere pero como ambos son tan libres pues como que no quieren atarse el uno al otro — dijo Leslie.

- Yo también lo creo — dijo Abby de vuelta.

- Chicas, dejemos las tertulias para más tarde que de lo que estéis hablando no será tan importante como la clase — nos indicó Alaric apoyándose en nuestra mesa.

- De acuerdo — contestó Abby aguantando la risa como las demás.

Nuestras clases de Literatura se resumían en esto; nosotras hablando de cualquier cosa que no fuera el tema del día y nuestro tutor mandándonos callar repetidas veces.

- Bien, chicos — caminó hasta su escritorio —, tras dar a Charles Dickens no vamos a centrar ahora en otro escritor de la época victoriana.

- ¿Arthur Conan Doyle? — preguntó una chica delante nuestra. Esa chica tenía una extraña obsesión por aquel escritor escocés, no sabría decir cuántas veces ha hablado de él o ha preguntado si lo íbamos a ver.

- Oscar Wilde — la corrigió.

- ¿Y qué libro vamos a leer? — preguntó la misma chica menos entusiasmada.

Las clases de Literatura me encantaban ya que no hacíamos como en los institutos o en las demás universidades que daban un tema de tal época y las características, autores, etc. de esa época; a nosotros nos mandaba leernos un libro de x autor, sacar las características y conclusiones de su obra, y después en el examen nos hacía uno de tipo test sobre uno de los libros que leíamos o nos pedía narrar una historia inventada por nosotros mismos o alguna de la cual nos acordáramos de los dichos libros.

Las clases eran originales y amenas.

- El retrato de Dorian Gray, ¿a alguno le suena? — tras su pregunta, la mayoría alzamos la mano.

***

- Se me va a caer la mano, tío — se quejó Niall pues llevaba desde que había empezado el descanso a escribir en su fichero destrozado.

- Si hicieses los deberes como todo el mundo en su casa, no te pasaría eso — rió Nora a su lado.

- Yo lo intento — dijo obvio.

- Iros a un hotel — se quejó Alison tirando una bola de papel de aluminio entre ambos viendo como tenían la intención de besarse.

- Eso — rió Zayn sentándose enfrente de mí apartando mi mochila para poner la suya y sacar de ésta un fichero igual de destrozado que el de su amigo y un libro más grande que el culo de Louis.

Bueno, no tan grande pero el tamaño del libro era considerable.

- Suerte con eso — murmuré continuando mi traducción de italiano.

The afraid of falling in love ➳ z.m. punk [finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora