Capítulo 14

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La tarde había sido bastante agitada, el paseo primero al zoológico de la ciudad y después al malecón había sido agotador. Lucero daba gracias al cielo de que Daniel le hubiera rogado a Fernando que los llevara a comer hamburguesas, porque ella estaba muerta, además seria por fin la oportunidad que había estado buscando durante todo el día.

Ella sabía muy bien que Fernando la había estado evadiendo, pero era un asunto urgente y ella no podía seguir jugando más al gato y al ratón con él. Fernando estaba terminando de comer y se recargo sobre la silla ampliamente, algo le decía que Lucero usaría ese momento para hablar.

-      Fernando, mi padre está mal y necesito ir a verlo.

-      Pensé que ya estaba estable que…

-      Está estable pero sigue en el hospital.

-      ¿Qué fue lo que le sucedió? – Fernando se recargo hacia enfrente demostrando interés de pronto en el padre de Lucero, ella pensó que solo lo hacía para fastidiarla.

-      Solo sé que tuvo un infarto al corazón, y aunque está estable esta delicado, y necesito ir a verlo por favor, necesito estar ahí debes de entender.

-       De acuerdo entonces iremos los dos.

-      ¿Qué? – Lucero lo vio pálida.

-      Que iremos los dos, dejamos a Dany en casa, tomamos nuestras cosas y vamos a ver a tu padre.

-      No pero, ¿tú no tienes cosas que hacer? – Lucero lo veía nerviosa contrariada con lo que Fernando le acababa de decir – es decir, yo no quiero que por mi culpa dejes de hacer…

-      No te preocupes, no pasa nada si me ausento un día o dos más de la cuenta, además puedo llevar varios asuntos a través del teléfono y otros más por mi computadora. Así es que ya, disfruta el momento ¿quieres?, que dentro de unos…

-      No, es que – Lucero lo vio, su mirada totalmente segura, intensa – tú no puedes venir conmigo.

-      ¿Por qué no? – Fernando la vio y empezaba a irritarle tanta negativa de ella hacia él, ¿era tanto su odio a el que no lo quería cerca de ella?

-      Porque mi papa se moriría. – una risa discreta corta salió de la boca de Fernando – no es broma, él no sabe que yo estoy en un contrato contigo y mucho menos que tipo de contrato. Para el yo solo estoy en la ciudad para seguir mis estudios, trabajo de mesera en un bar de buena reputación y mi novio es Santiago. – en cuanto menciono el nombre de Santiago, la sonrisa de Fernando se borró, y la miro con fuerza, con decisión.

-      Pues lo tomas o lo dejas, si realmente quieres ir a ver a tu padre, solo será conmigo, y si no quieres que yo te acompañe entonces, no iras a ningún lado sola.

-      ¿Porque? – Lucero estaba molesta, su ceño estaba fruncido, como una niña a la cual le acaban de negar un permiso. – no voy a ir a hacer nada malo, ni nada que rompa con el contrato ni mucho menos pienso verme con Santiago o algo por el estilo, te estoy pidiendo que tan solo me dejes ir a ver a mi padre, ¿es tanto pedirte?

-      Y no te lo estoy negando – le contesto aun serio, mirándola fijamente - simplemente que solano iras. Conmigo o no vas, fin de la discusión.

El precio de tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora