Respeto.|10|

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—Esto no pinta bien...

Prácticamente habían pasado más de cinco minutos, pero nadie se atrevía o simplemente no querían bajar de la camioneta. Por alguna extraña razón me coloqué detrás del rizado, aprovechando que su altura era descomunal a comparación de la mía. Por lo menos si era algún asesino en serie el torso de Styles me serviría de escudo.

Pensándolo bien...quizá resistiría unas cuantas balas.
Styles me miró como cual bicho raro, tratando de apartarse con desdén de mí.
Parecía que mi simple presencia le daba repulsión.

— Sal de ahí, no seas gallina.

— Tú no me dices qué hacer. Mejor ve quién es el que está dentro, señor nadie se mete conmigo.

Parecía que mi comentario había sido una clase de interruptor, pues apenas me mofé del rizado este se encontraba tocando con desesperación y brutalidad las ventanas de la camioneta.

Pasaron escasos segundos cuando la ventanilla comenzó a bajar lentamente, revelando un rostro familiar.

¿Leslath?

Por lo menos si a eso se le podía llamar Leslath: llevaba su cabello completamente revuelto, no existía un patrón u orden, parecía que sólo le habían removido el cabello con tosquedad y listo. Su camiseta estaba desacomodada e incluso me atrevía a decir que estaba algo rota. Un sutil chupón estaba pintado en el comienzo de su cuello, cerca de sus clavículas.

— Eh...¿estás bien?

Pronto abrió un segundo la puerta, revelando al chico rubio en condiciones similares, sólo que sus mejillas estaban teñidas de un rojizo carmín que se extendía por todo su rostro, haciendo énfasis en sus labios.

¿Matt era...?

— ¿Qué hacen aquí?— Cuestionó el rizado, que se mantenía con la mandíbula apretada mientras examinaba al par.

— Realmente no sé cómo llegamos hasta acá, pero por el retorno vimos que una chica estaba varada, por lo que acudimos en su rescate. No contábamos con que fuera Alessandra, mucho menos que...— No terminó con su explicación, pues miraba con disgusto al rizado.

—¿Este qué hace aquí? — Murmuró por lo bajo Leslath...o eso pensó, pues en menos de nada Harry había aferrado su puño a la endeble prenda rota de Leslath levantando su cuerpo con facilidad, descosiendola más su polera.

—"Este" tiene nombre,imbécil.

Chillé horrorizada, por lo que tanto Matt como yo acudimos a su rescate, jalando entre súplicas los trabajados brazos del rizado, quien sorprendentemente accedió y logramos nuestro cometido después de un rato.

Soltó a Leslath sobre el pavimiento sin piedad alguna. El de ojos grises cayó de rodillas y comenzó a toser, frotando su garganta con firmeza, cerca de donde tenía el chupón bien marcado. Pronto Matt se dejó caer a su lado, iniciando un exhaustivo análisis y revisión.
Harry sonrió con orgullo,sacudió sus manos y se inclinó cerca del chico que aún se mantenía agitado en compañía del rubio.

—No quiero volver a escuchar que me llamas de una manera tan estúpida ¿entendiste?— Palmeó la mejilla de Lesath con sutileza, sólo para que este prestara atención a sus palabras.— Habla de mí con respeto.

— Harry...— Murmuré anonadada, un poco temerosa por su comportamiento tan explosivo y apático.

— Y es Styles para ti.— Le advirtió una última vez al de ojos grises, que sólo lo observaba en silencio con el ceno fruncido; era evidente que estaba molesto.

Green. || EDITANDO ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora