Capítulo XIII

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Emma

-Niños, comenzaremos con la clase, así que abran su texto en la página 43 y lean el poema allí presente, luego lo analizaremos y sacaremos las conclusiones correspondientes.-enuncia el profesor Marcos-.

-Emma, ¿te has convertido en la ayudante del profesor?, está súper bueno el condenado, ¡que suerte!-.

-No digas tonterías Amy, es nuestro profesor y debemos respetarle como tal.

-No te pongas tonta, sabes que te gusta; es un tipo callado, maduro, guapo...

-Eso no importa, no tengo ganas de estar mirando al profesor como un hombre, después de todo sabes lo que pasa si pillan a un alumno en una relación con algún maestro...

-Además sabe literatura y se nota que se lleva de lo mejor contigo, han estado días juntos, y en cada ocasión que pueden estar juntos y solos él no las desperdicia, no lo niegues Emma, es un buen partido. También si eres cuidadosa nadie debe enterarse ¿o si?. -Amy comenzó a reírse de manera suspicaz mientras alzaba una ceja, una juguetona ceja provocando insinuaciones depravadas.- Además debe tener un buen paquete, sólo observa su entrepierna como se ciñe con el pantalón.-a la vez que dijo eso, pude sentir como mi cuerpo comenzó lentamente a ruborizarse, era verdad, su pantalón se ceñía bastante en esa zona-.

-¡Eres un vulgar tonta!, ¿no sé por qué me relacionas con él?, acaba de llegar y sólo le hable porque me gusta su materia y me entró la intriga por el libro que estaba leyendo en ese momento, eso es todo...

-Te conozco Emma, y es tu tipo ideal, me cansa ver que te pierdes muchacha, debes aprovechar tu juventud, no lo serás siempre. Y reconozco que siempre me fijo en los hombres que se te quedan mirando, y Marcos...,es uno de ellos.

-Señoritas Amelia y Emma, por favor serían tan amables de concentrarse en la lectura. ¡Ah!, y señorita Emma, podría quedarse después de clases, como mi asistente necesito que me ayude en unos asuntos.-

-Amy y yo, asentimos cabizbajas, pero una vez Marcos apartó la mirada, esa niña me miró con un rostro pícaro.-

-Te lo dije.-enunció casi susurrando.-

Marcos..., ahora en mis pensamientos estoy tuteándolo, ¿qué diablos?, yo a quien amo es a Damian, así que no debo estar pensando en otros chicos; aunque claro no voy a mentir en el hecho de que es joven, inteligente, guapo..., con un rostro definido y pueril, unos ojos verde menta junto con un alucinante cabello marrón oscuro que contrastan firmemente con su piel morena, un cuerpo bien marcado..., ¡ya basta!, ¡debo dejar de pensar en él!, sólo soy su asistente debido a que me lo pidió amablemente, no hay ninguna razón más.

Finaliza la clase por el toque de campana.

-Emma..., pues sabes me gustaría hablar de un tema contigo...

-Eh..., claro... porque no, ¿de qué se trata?.

-Me gustaría hablar sobre lo que pasó hoy en la mañana, lo que sucedió antes de que llegara el sr. Ferrera a interrumpir. El chico con el que estabas es tu hermano, como dijo Ferrera ¿o no?.

-(Mierda!!!!, eso quiere decir entonces que escuchó lo que hablé con Damian. ¿Miento o le digo la verdad?, si miento le podría preguntar al sr. Ferrera y eso terminaría porque yo confesara y marcara mi sentencia yo solita, pero si le digo que sí, corro el riesgo de que me descubra, ¡a!). Sí es mi hermano profesor, ¿por qué la pregunta?.

-No..., lo siento si sueno como un acosador, no quiero destruir la confianza que hemos construido, o por lo menos yo supongo,(ese supongo sonó bastante marcado, casi como si quisiera que de verdad fuese así) y las ayudas que me has brindado desde que comencé a trabajar en este colegio, pero..., me pareció y lo diré con toda franqueza. Perdón que lo diga así...

-¡Profesor por favor puede ir al grano!. (este hombre me carcome, ¿me pilló o no?).-

.¿Por qué tu "hermano", te pidió un beso?, a mi parecer lo encontré bastante extraño, que dos hermanos en una edad madura sigan queriendo besarse como unos niños.-

-Este yo..., bueno profesor sólo me pidió un beso de despedida, es normal, digo, es por educación, nuestra madre siempre nos enseñó buenos modales..., por eso nos despedimos así. (espero haber sonado convincente y no como un tonta y barata mentira).

-Bueno..., en eso tienes razón. (Realmente no creeré ciegamente en lo que me dice, seguiré observando sus pasos...).

-¿Algo más profesor?, sino ¿me podría disculpar por favor?.

-Sí, no te preocupes, ese era el asunto que debía tratar, y como ya me has aclarado todo no tengo porque dudar. Y no me trates con tanto respeto, sólo tengo siete años más que tú, y nos tenemos confianza, ¿no?, puedes tratarme como un amigo.

Me acorrala ante la pared, levanta mis muñecas a la altura de mis hombros, me mira fijamente e intenta besarme..., me descontrolo y me remuevo desesperada.

-¿Qué está intentando hacer profesor?, deje de mirarme así y jugar de tal manera, me está asustando.-comencé a reír de una manera bastante forjada-.

-¿Asustada?, creí que eras una mujer que sabe defenderse sola, además te he observado desde que llegué aquí, tan linda, vivaz, fuerte. O vaya, ¿Por qué me miras con esa mirada desafiante?; eso sólo hace que me excite más, mi linda.

-¡Suéltame maldito imbécil!, ¡en este mismo instante!. Te haces pasar por alguien bueno y luego comienzas con esto, responde claro, ¿qué pretendes?.

-Esa sí es mi querida Emma, sólo te quiero a ti, eso es todo lo que busco..., me quedaré callado con tu situación...

-¿Qué situación?.- (Maldita sea, ¿por qué es tan difícil zafarse de este hombre, ¿acaso siempre ha sido tan fuerte?.).

-No te hagas la idiota, no soy tonto sabes. ¿Estás saliendo con tu hermano?.

-Pero que tonterías dices Marcos, Damian es mi hermano, además el único, el no es más que eso, jamás he pensado en él como un hombre ni nada por el estilo.

-Si eres mía Emma, no me importa nada, guardaré silencio, y te haré feliz. Tú serás quien salga ganando de toda esta situación. Sólo piénsalo bien Emma...

Se fue sin decir nada, me miró y me dió un asqueroso beso en el cuello, quien pensaría que un tipo tan lindo y "tierno" como él, terminaría siendo este tipo de imbécil controlador. ¡Mierda!, tendré que hacer todo lo que demande, si es que deseo mantener a salvo nuestro amor, ¿seré capaz de denigrarme a mí misma?.


Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora