Capítulo VIII

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Damian

-Abro lentamente los ojos, estoy en la cama, la cabeza me da vueltas mientras me reincorporo de la cama, siento una ligera brisa y noto la ventana abierta (seguramente la dejé abierta);-me aproximo a ella y la cierro-, está bastante helado, el zumbido de mis oídos y las punzadas en mi cabeza me adormecen, intento recordar lo que pasó, pero no puedo hacerlo con facilidad, notablemente mi temperatura ha disminuido.

Miro hacia la cama, las tapas arrugadas, un bol en el piso con agua, una pequeña toalla blanca sumergido en él, unas pastillas en la mesita de noche junto a una botella de néctar de naranja, no sé muy bien como llegaron todas estas cosas, pero siento una ligera punzada de culpabilidad, una tierna fragancia en mi cuerpo; mientras lo único que recuerdo con facilidad es una suave y cálida caricia en mis labios.

Ya es de día, las 07:30 am. debo ir a la Universidad, aunque, realmente desearía no ir, quedarme en cama y saber realmente que es lo que pasó anoche.

Emma

Me desperté en la cama boca abajo junto a la humedad de la almohada, seguramente de mis lágrimas, me levanto y noto que es lunes, debo ir rápido al cole, ya tengo bastantes atrasos, uno más y me suspenden... ¡ah!, sigo conmocionada por lo de anoche, no puedo creer que lo besé, sentí sus labios, al fin, suaves, algo húmedos, cálidos; puedo recordar todo con tanta facilidad.

***

Damian

-Me dirijo a sacar los libros de texto de mi casillero, en la primera hora tengo literatura I, aunque no me siento capaz de estar ahí dos horas seguidas.-

-Damiannn, ¿amigo cómo estás?, gracias por lo de ayer bro, en serio sentí que moría.-

-Supongo que estoy algo bien, a pesar de que no siento nada idiota, me siento súper mal, ayer después de que te fuiste me dio fiebre, creo que me desmayé y ya no supe que pasó. Hoy me levanté y me sentí mejor pero aún así sigo mareado.-

-Puta que lata, ¿ayer la pequeña Emma supongo que te habrá cuidado, no?.-

-Quizás..., se supone que debía juntarse con su amiga, creo que lo hicieron en casa; a decir verdad no recuerdo mucho lo que pasó, siempre me pasa cuando tengo mucha fiebre, ella siempre a estado ahí para mí, me reconforta.-

-A, verdad ella es linda y sigue pegada como una lapa a ti, no crees que ya es hora de que te apartes un poco de ella, quiero decir, ustedes tienen una relación de hermanos excelente pero ya están bastante grandes y capaces de estar sin el otro ¡o no?.

-Si creo que tienes razón, pero me cuesta bastante apartarme de ella, y ella de mí supongo, siempre juntos, defendiéndonos de todo y todos, no es fácil pensar que algún día debo entregarla a otro tipo y... -Jemmy pone una cara de incomprendido y asco-.

-Amigo, enserio estás hablando como si no quisieras romper con una novia o algo así, son hermanos por más que se intenten alejar, siempre los unirá ese lazo de sangre; y una hermandad como la de ustedes no se rompe de un día para otro no.

-(Me sorprendió su rostro, es verdad, somos hermanos, nos une la sangre, una relación con ella nunca sería aceptada sino que repudiada), ¡no!, calma, sólo somos hermanos, dolerá ya que nos criamos muy unidos, ya sabes como cuando tienes que separarte de tu mejor amigo para ir algún lado o algo así, más o menos así es como me siento respecto de ella. ("mentira tú estás enamorado de ella, no sientes una simple amistad o hermandad", tu mente y tú están contaminados y deseas contaminarla también a ella-termina por decir mi consciencia-...). -Damian...Damian...

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora