Damian
Salí detrás de ella, de la chica de cabellos rubios, me miró y sonreí, lastimera e hipócritamente. Tomó mis manos y las besó, seguramente para ella por primera vez le estaba dando importancia, le estaba entregando el cariño que se merecía y el cual no le he estado dando desde el día en que la conocí, desde el momento en que ella se entregó por primera vez a mí, su cuerpo, su mente, su alma entera.
-¿Qué pasa amor?, has estado raro desde que salimos de clase.-Me dijo sonriente con el rostro lleno de gracia y armonía.
-Nada, nada en particular, no te preocupes, es sólo que estoy ansioso por la cita de esta noche. ¿Dónde quieres ir?.Dije, mientras sentía un escalofrío que me recorría desde la misma nuca hasta la punta de los pies, un frío atemorizante que era el mero reflejo de mi culpa y mis pecados, de todo el dolor que le he estado causando ha esta chica desde hace unos años.
-Mmm, bueno, si tú lo dices, pero a decir verdad, realmente te noto algo extraño.-Sonrió coqueta.- Lo de la cita, pues, me gustaría ir a cenar a un lugar tranquilo, pasear tranquilamente tomados de la mano, quizás también beber un café en alguna cafetería cercana, y para terminar, podríamos ir al establo de mi familia y montar los cabellos un rato, una tranquila cabalgata nocturna. ¿Qué te parece?.
-Pues ¿qué me parece?, fantástico, no le veo ni en el más mínimo problema, incluso es increíble. Vamos entonces.-Dije mientras acariciaba su sedoso cabello rubio, dándole tiernas palmaditas en la coronilla, pude notar una leve sonrisa en su rostro, pero al mismo tiempo un semblante algo preocupado he hipnotizado por el momento, sonreí igualmente, perdiéndome en el calor de sus manos, acariciando sus finos y delgados dedos, entrelazándolos con los míos avanzamos por la cuadra vacía, bajo el crepúsculo del cielo, esperando finalmente el momento.
Marcos
-¿Cómo está la joven señorita, joven amo?.-Pregunta mi mayordomo, preocupado y desconsolado al mismo tiempo, quizás por la similitud del momento, la misma forma en que alguna vez estuvo preocupado por Lorena, ahora lo estaba por mi pequeña Emma. Aunque, lo entiendo, ¿quién querría ver nuevamente a una persona querida pasar por lo mismo que aconteció con otra en el pasado?, pues no sé, sólo sé que quizás para unos debe ser el gran tormento de su vida, mientras que para otros, sólo otra despedida...
Me acerqué al anciano hombre y sonreí, apenas doblando las comisuras de mis labios. Intentando no recordar aquellas palabras que dijo lentamente antes de desmayarse, y sí, se sentían fatales, si bien yo ya sabía de su relación con Damian, nunca esperé que me lo dijera de frente llorando a mares por su amor incontrolable.
-Está mejor, ya sólo es cosa de que se reponga del shock que tuvo en el baño, ya que, físicamente no está mal, sólo es su mente la que sigue confundida, a pesar de que ya tiene ciertos recuerdos de Damian, su mente todavía se empeña en mantener la meta inicial, olvidar cada cosa referente a él, pero todavía existe un problema, nuestra mente no es mecánica, por lo tanto, aunque ella haya iniciado el procedimiento de querer olvidar a Damian porque quizás se empeñó en que su amor no podía ser, al mismo tiempo son los sentimientos que tiene por el mismo los cuales no la dejan tranquila. Es una contradicción y una paradoja. "Querer olvidar, pero al mismo tiempo ansiar recordar". Y son tantas los pesares que conlleva esa situación, que estoy seguro de que no sólo la debe pasar mal, sino que también debe estar lamentándose por haberse enfrascado en querer conseguir ese tonto sueño de olvidarle y desear volver a enamorarse de él
-De verdad que nuestra mente puede entregarnos juegos interesantes, ¿no cree señor?.
-Por supuesto, después de todo el elemento más importarte de esta máquina humana no es otro más que el cerebro. Ahora con esto sólo espero que Emma pueda asistir tranquilamente a las sesiones y que de una vez por todas tome una decisión, querer y luchar junto a él, u olvidarle completamente y formar su vida con otro.

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Amor Prohibido
RandomDe quien te has enamorado no es mi culpa, estas cadenas me están consumiendo de a poco, no puedo escapar de ellas y me incitan a pecar. Enamorarme de mi hermano no ha sido lo correcto, pero ya no puedo más, debo dejar salir este amor ya. PD: Subí m...