Capítulo XVII

406 19 8
                                    

Emma

Siento un frío, el cuerpo me pesa, duele, la cabeza me da vueltas; pero lo que más me duele es el frío que recorre todo mi cuerpo, un hielo deslizante que impregna mi piel y paraliza por completo mi cuerpo. Intento alzar la mirada, pero los párpados me pesan, intento nuevamente levantar los párpados..., de a poco, despacio comienzan abrirse pudiendo así distinguir una tenue sombra de hombre, parpadee varias veces para distinguir al hombre que se encontraba sentado a los pies de la cama, el joven de larga caballera tenía una tenue mirada, sincera, dolida, preocupada; intento reincorporarme en la cama, pero la cabeza me da vueltas, me mareo y él me sostiene entre sus brazos, tan cálido como fríamente. Quedo anonadada Damian ya no suele mirarme despectivamente, sino que ahora había ganado su amor, su sincero cariño lleno de ternura...

-No te muevas todavía, sigues mareada por el agua que se concentró en tu cabeza, así que acuéstate.- respondió frío e indiferente.

-¿Qué me pasó?.

-¿No recuerdas nada?.

-No, por eso pregunto, intento recordar lo que pasó después..., después de estar con Jemmy, la playa, Claudia, lágrimas, mar..., duele, si intento recordar bien duele. Ah!.-llevo mis manos hacia mi cabeza y la agarro con firmeza.

-Calma, no necesitas moverte ni mucho menos recordar, una vez que charlamos en la playa te fuiste, yo perseguí a Claudia y luego te encontré en la playa, ahogándote, te saqué rápidamente de ahí pero luego de vomitar quedaste inconsciente y dormiste hasta ahora, el medio día.

-Yo corrí, sí!, recuerdo que corrí luego de estar con Jemmy, pero luego..., te ví, te vi con ella, sus cuerpos estaban juntos, sus labios chocaban..., ustedes estaban besándose. Maldito infiel!!, juraste ser mío, pero luego a la primera perra que se lanza sobre ti la aceptas sin decir más.! Yo por eso intenté ahogarme, un mundo sin ti no es nada Damian, un mundo en el cual pertenezcas a otra mujer, yo simplemente no existo. ¿Por qué?, ¿por qué lo hiciste?.

-Cálmate Emma!, yo no la besé, Claudia es una chica que conocí que conocí en mi tercer año de Universidad, ella se especializa en lenguas antiguas, así que en una o más clases empezamos a coincidir, primero fuimos amigos, hasta que me enteré por Jemmy que yo le gustaba, me era indiferente, pero no quería que nuestra amistad terminara si la relación se iba tornando incómoda, así que preferí no decir nada..., hasta el día de su cumpleaños, nos invitó a su fiesta como otros años, a diferencia que este no iría, pero cuando me subí al auto cometí el error de besarla, ella se ilusiona y supongo que creyó que ahora iría a corresponder sus sentimientos, y desde ese momento quiere convertirse en mi novia.

-¿Por qué la besaste?.

-...

-Damian, ¿por qué la besaste?!. No eres el tipo de hombre que va besando a cualquiera, ¿por qué diablos lo hiciste?.

-Yo, sabes que siempre te he amado Emma. Claudia se parece a ti, su personalidad fuerte, la sonrisa resplandeciente, el largo cabello negro, los afinados ojos de gato; tan parecidas y a la vez tan diferentes. Ese día, la besé porque se veía tan igual a ti, mis pensamientos se centraban en ti, pensé que un beso no haría ningún daño...-

-Pero lo hizo, ahora esa chica está liada a ti. Jemmy me dijo que no se rendiría con facilidad. Ella te perseguirá, y lo hará con tanta insistencia que un día de estos irás a sus brazos, jugarás con ella justo como lo estás haciendo ahora conmigo, maldito infiel, asqueroso, vulgar!!.-No pude decir más estupideces, sino que rompí en llantos, en un llanto desgarrador, fuerte, irrazonable...

-No vengas con estupideces Emma!, si estás hablando de infidelidades entonces, ¿qué significa el chupón que tienes en el cuello?; no puede ser una contusión, porque no golpeaste tu cuerpo y yo jamás te he hecho una marca así.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora